La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, agradeció hoy a los 16 mil voluntarios que participan del plan de vacunación contra el coronavirus en la provincia de Buenos Aires, en una campaña a la que definió como "modelo".
"Tenemos la suerte de tener 20 millones de vacunas y seguir con una campaña de vacunación que en provincia de Buenos Aires que es modelo, hay más de 21 mil personas afectadas a esto: enfermeros, los que vacunan, los que acomodan a la gente", destacó al inaugurar en La Plata obras en el hospital de Niños "Sor María Ludovica", junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
Cristina Fernández detalló que "de los 21 mil, 16 mil son jóvenes, muchos ad honórem que trabajan en vacunatorios ayudando a la gente que llega".
La vicepresidenta se refirió así a los miles de jóvenes que en las distintas postas de vacunación distribuidas en el territorio bonaerense se ocupan de hacer el triage a las personas que concurren a vacunarse.
Allí los acompañan hasta el momento de vacunación y luego permanecen cerca mientras se esperan los 20 minutos tras la aplicación de la dosis, para explicarles luego los posibles efectos que puede traer la vacuna y despejar dudas.
"Son jóvenes por la libertad, pero no por la libertad propia, por la de los demás, que es la mejor libertad, la libertad de los otros", enfatizó Cristina Fernández.
Y agregó: "Porque libertad para mí y que se jodan los demás no es libertad. La verdadera libertad, y esto lo escribió (André) Malraux en La Condición Humana, es cuando uno sacrifica su propia libertad para estar abocado a una tarea solidaria para que todos seamos libres".
En ese contexto, pidió que "ayudemos a la verdadera libertad de esta sociedad que será cuando estemos todos vacunados, ahí tendremos la libertad de hacer lo que queremos".
La vicepresidenta recordó: "La última vez que estuve acá (por la ciudad de La Plata) dije algo sobre la salud que causó revuelo, dije que no quería ser pájaro de mal agüero, pero teníamos que acostumbrarnos a que esta no sería la última pandemia, que era probable que tuviéramos otras y debíamos repensar el sistema de salud, debíamos ir a un sistema integrado público, privado, prepagas".
"¡¡Se armó una!!", enfatizó, y añadió: "Díganme si hoy no está integrado a las patadas y a la fuerza porque lo impuso la realidad. Las prepagas no saben dónde colocar gente, y van a lo público y de lo público a lo privado", describió.
Remarcó que "lo peor que le puede pasar a una sociedad o a un Gobierno es negarse a discutir la realidad y lo evidente, hay que tener la inteligencia de anticiparnos a lo que va a venir".
"Podemos tener diferencias, pero (es necesario) sentarnos por cuestiones concretas y buscando soluciones, no buscando divisiones para entorpecer al otro, no al menos en estas cuestiones (de salud)", analizó.
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