Los ministros de Relaciones Exteriores de los países de la Unión Europea alcanzaron un acuerdo político para impedir las transacciones financieras con el Banco Central ruso. Con esta medida más de la mitad de sus reservas se verán afectadas.
La decisión del presidente ruso, Vladimir Putin, de invadir Ucrania lo
enfrenta desde el jueves a un abanico creciente de sanciones que van
desde lo estrictamente económico, como excluir a bancos rusos del
sistema financiero Swift o el bloqueo de transacciones del Banco Central
ruso por parte de la Unión Europea, a sanciones deportivas, como el
pedido de varios países para que Rusia sea excluido del Mundial de
Futbol de Qatar.
Entre las sanciones destinadas a minar la economía rusa, los
ministros de Relaciones Exteriores de los países de la Unión Europea
(UE) alcanzaron este domingo un acuerdo político para bloquear
transacciones financieras con el Banco Central ruso, anunció el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, citado por la agencia AFP.
Con esa medida "más
de la mitad de las reservas del Banco Central ruso serán paralizadas,
ya que son mantenidas en establecimientos en países del G7", dijo
Borrell, quien destacó que la medida debería ser implementada antes de la apertura de los mercados de mañana.
Los
27 miembros de la UE también acordaron este domingo destinar 450
millones de euros para enviar a Ucrania armas letales y munición, a los que adicionarán otros 50 millones para combustible y material médico.
"Vamos
a enviar inclusive aviones de combate. No estamos hablando apenas sobre
munición. Estamos proporcionando armamento más importante para una
guerra", dijo el funcionario español al fin de una videoconferencia de cancilleres europeos.
El pedido de aviones había sido formulado por el canciller de Ucrania,
Dmitro Kuleba. Pero el monto aprobado permite inferir que no serían más
que uno o dos aviones, dado que los caza de combate F-35 tienen un costo
estimado de entre 90 y 130 millones de dólares, según la forma en que
se pertrechen.
"La UE es un proyecto de
paz, queremos conservar paz en Europa pero hay que estar preparados para
defender esa paz", porque "esta guerra necesita el compromiso (de la
UE) de apoyo al Ejército ucraniano", agregó Borrell.
"Vivimos momentos sin precedentes, como ocurrió en pandemia. Afrontamos
la peste de la guerra como en tiempos de la Biblia", ha dicho el jefe de
la diplomacia europea antes de subraya que ésta será "la primera vez en
la historia que la UE proporcionará material letal a un país tercero",
dijo el responsable de la diplomacia del bloque.
Otro de los acuerdos que los Veintisiete han cerrado en la reunión
virtual extraordinaria es excluir a "determinados bancos rusos" del
sistema Swift de comunicaciones financieras y prohibir el acceso del
Banco Central ruso a sus reservas depositadas en bancos europeos.
Estas medidas necesitan aún cumplir el procedimiento formal para que sean legalmente adoptadas, lo que Borrell ha dicho que ocurrirá en "horas" y "afectará mucho" al sistema económico ruso.
"Más de la mitad de las reservas del Banco Central ruso quedarán congeladas", ha destacado.
Los
ministros europeos convinieron también el cierre coordinado del espacio
aéreo europeo a las aerolíneas y aviones privados rusos y
también anunciaron la prohibición de emitir en la Unión Europea a los
medios estatales rusos Russia Today y Sputnik, a los que el bloque hace
responsables de difundir las "mentiras de la guerra de Putin".
El presidente del Consejo europeo,
Charles Michel, grabó un mensaje para expresar el apoyo europeo a
Ucrania y el reconocimiento del coraje de los ucranianos que de manera
"heroica" defienden su libertad y democracia, al tiempo que les ha
confirmado que la UE trabaja para organizar "la entrega de emergencia de
equipo militar defensivo". "Armas, municiones, cohetes y combustible están en camino hacia tus tropas", declarado Michel, citado por Europa Press.
Esta decisión es complementaria con la que tomaron el sábado las
potencias occidentales de excluir a varios bancos rusos del sistema
internacional de pagos Swift, clave en las transacciones
internacionales, e imponer "medidas restrictivas" al banco central ruso.
"Nos comprometemos a garantizar que determinados bancos rusos sean
retirados del sistema de mensajería Swift. Esto garantizará la
desconexión de estos bancos del sistema financiero internacional y
perjudicará su capacidad para operar a nivel mundial", indicaron las
potencias en un comunicado conjunto difundido el sábado por la Casa
Blanca tras el encuentro celebrado por los líderes de la Comisión
Europea, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Canadá y Estados
Unidos.
Ucrania había pedido la expulsión
de Rusia del Swift y el ministro de Exteriores, Dmitri Kuleba, había
afirmado que "ya se iniciaron los preparativos técnicos" para tomar esta
medida, considerada la sanción económica más dura contra el Kremlin,
en medio de la reticencia de algunos países europeos por las
consecuencias que puede tener esto para garantizar el suministro de gas
ruso.
También Canadá anunció este domingo el
cierre de sus espacios aéreos a aviones rusos en respuesta a la invasión
de Rusia a Ucrania iniciada hace cuatro días.
Con medidas similares ya adoptadas o comunicadas el sábado por otras
naciones europeas, los nuevos anuncios implican la conformación de una
amplia y creciente zona vetada al tráfico aéreo ruso en Europa, lo que
implica enormes desvíos para los aviones.
Canadá se sumó a sus aliados europeos y tomó la misma medida, el primer país americano en hacerlo, dijo su ministro de Transportes, Omar Alghabra.
Medidas similares ya habían sido adoptadas o anunciadas el sábado por
Lituania, Estonia, Polonia, República Checa, Bulgaria y Eslovenia.
Rusia, por su parte, respondió el sábado de la misma manera a los
primeros anuncios de cierres de espacios aéreos y prohibió el suyo a las
aerolíneas de Bulgaria, Polonia y República Checa.
En el plano deportivo, hay varios países, entre ellos Francia y
República Checa, que plantean como una posibilidad cierta la exclusión
de Rusia del próximo Mundial de Futbol, que se disputará a fines de este
año en Qatar. Una medida que afectaría el clima social en el país que
fue sede del último certamen.