Personal de la Policía Federal allanó un local de ropa en el centro de la capital provincial, donde constató que en la planta alta funcionaba un taller clandestino de confección textil.
En el lugar vivía una mujer junto a sus hijos menores de edad, supuestas víctimas de explotación laboral, y todos fueron rescatados y puestos a resguardo.
La Policía Federal clausuró el taller por no contar con habilitación ni medidas de seguridad e higiene bajo las órdenes del Juzgado Federal de San Luis, a cargo del Raúl Fourcade, en conjunto con la Fiscalía Federal, cuyo titular es Cristian Rachid.
Los agentes secuestraron prendas de vestir y elementos de corte y confección por un valor de ocho millones de pesos.
Fuentes policiales indicaron que algunas prendas poseían etiqueta indicando ser de origen extranjero, pero sin ningún tipo de documentación respaldatoria de su ingreso legal al país, por lo que se investiga la posible infracción a la Ley Aduanera por tratarse de marcas reconocidas en el mercado y que deben contar con licencia.
