Un incidente de violencia en el fútbol infantil dejó a la comunidad deportiva local preocupada por una situación que lamentablemente se repite. El árbitro Jonathan García fue agredido físicamente por un espectador al concluir el partido de la 10ª división entre Boca Juniors y Ferroviarios, disputado en la cancha de Amigos Unidos. El agresor, identificado por testigos como el padre de uno de los jugadores de Boca, atacó al árbitro al finalizar el encuentro, en un episodio que ha generado alarma.
El árbitro, tras el ataque, se dirigió a la comisaría local para presentar la denuncia correspondiente. En solidaridad con su compañero y para manifestar su rechazo ante este tipo de actos, los árbitros de la liga decidieron suspender los partidos programados para el resto de la fecha.
Este episodio ha puesto nuevamente sobre la mesa la problemática de la violencia en el deporte infantil, especialmente en lo que respecta al comportamiento de los padres y su influencia en el desarrollo de los jóvenes deportistas. La situación ha generado una profunda reflexión en la comunidad deportiva, que se interroga sobre cómo prevenir estos hechos y qué medidas tomar para proteger tanto a jugadores como a árbitros en un entorno que debería ser de aprendizaje y disfrute.
Basta recordar que hace un mes y medio, debido a situaciones de violencia originados en escenarios locales donde se disputaban partidos del Torneo de la Liga Balcarceña de Fútbol (LBF) se suspendió la fecha número 20 en todas y cada una de sus categorías.