Alemania registró casi 2.300 nuevos casos de coronavirus en las últimas 24 horas, el máximo desde abril, mientras la canciller Angela Merkel instó avanzar con la digitalización escolar para evitar que "los niños sean los perdedores de la pandemia".
Los datos actualizados del Instituto Robert Koch (RKI), la autoridad competente en materia sanitaria en el país, muestran que hubo 2.297 nuevos positivos y seis muertos por el virus.
El cómputo acumulado de infecciones desde el principio de la pandemia se sitúa así en 270.000 -de los cuales 239.800 son pacientes recuperados-, con 9.384 víctimas mortales, consignó la agencia EFE.
El pico máximo de infecciones en Alemania se registró entre fines de marzo y principios de abril, con más de 6.000 contagios diarios, una cifra que a partir de mayo y sobre todo en junio empezó a bajar de forma continuada, hasta situarse en 300 o 350 casos diarios.
En julio empezó a producirse un claro repunte, hasta superarse a mediados de agosto los 2.000, por primera vez en meses y coincidiendo con el regreso de las vacaciones en parte del país.
Uno de los estados más afectados es Baviera, cuyas autoridades adoptaron esta semana una serie de medidas, especialmente en su capital, Múnich, donde quedó prohibido el consumo de alcohol en todo el recinto ferial donde tradicionalmente se celebra la Oktoberfest.
La gran fiesta quedó cancelada meses atrás, pero se teme que hoy, día en que debería haber arrancado la más multitudinaria cita cervecera del mundo, se produzcan celebraciones en grupo espontáneas.
Por su parte, Merkel adelantó hoy que se reunirá con los responsables de educación regionales para avanzar en la digitalización escolar, un tema clave para evitar que "los niños sean los perdedores de la pandemia" de coronavirus.
En su habitual mensaje grabado de los sábados, recordó que el último ciclo estuvo marcado por el cierre escuelas y guarderías.
"De la noche a la mañana, la actividad escolar tuvo que reorganizarse completamente para poder aprender desde casa", recordó Merkel y señaló que el desafío planteado por esa nueva situación evidenció hasta qué punto la digitalización es un "complemento imprescindible a la clase presencial".
Berlín ya destinó un paquete de 6.000 millones de euros a la digitalización de la actividad escolar y la capacitación profesional pero para seguir avanzando en ese cometido y coordinar recursos, la canciller se reunirá el próximo lunes con los responsables de cultura de los estados federados.
El objetivo prioritario es posibilitar que todas las escuelas tengan "tan pronto como sea posible" acceso rápido a Internet y que todos los maestros dispongan de una computadora adecuada para impartir sus clases por vía digital, sostuvo la canciller.
El retorno a las clases presenciales empezó en Alemania de forma gradual a principios de julio y se prolongó hasta septiembre, de acuerdo a la práctica derivada de su sistema federal.
Se impuso la obligatoriedad de usar mascarilla en los espacios compartidos de los recintos escolares, lo que en algunos estados federados se extendió al interior de las aulas.
El regreso a la escuela presencial no reportó mayores problemas, pero la vuelta de las vacaciones, así como los encuentros familiares, fiestas y celebraciones religiosas dispararon las cifras de nuevos contagios.
