Legisladores porteños del Frente de Todos se reunieron con un grupo de investigadores del Conicet que estudian la importancia de la ventilación en los espacios cerrados para evitar contagios de coronavirus y pidieron "certeza" al Gobierno de la Ciudad frente a la vuelta a clases presenciales previstas para el 17 de febrero.
El encuentro virtual reunió a los legisladores con los investigadores Jorge Aliaga, doctor en Ciencias Físicas; Rodrigo Quiroga, doctor en Ciencias Químicas, y Sol Minoldo, doctora en Ciencias Sociales.
En ese marco, Aliaga contó los detalles del estudio que lidera, junto a estudiantes de la Universidad de Hurlingham, en torno al uso de medidores de dióxido de carbono (CO2) que calculan la cantidad de esa sustancia en un ambiente e indican cuándo es necesario ventilar o evacuar.
Por su parte, Minoldo explicó que cada ambiente debe tener seis renovaciones de aire por hora como una medida de seguridad contra la circulación del virus y destacó la importancia de asegurar la calidad de los tapabocas y la frecuencia de desinfección.
Ayer se conoció un informe de la Unión de Trabajadores de la Educación, que relevó el estado edilicio de 700 escuelas y determinó que dos de cada tres establecimientos escolares de la Ciudad de Buenos Aires no cuentan con aulas con la ventilación recomendada para evitar contagios.
Al finalizar el encuentro, la legisladora Maria Bielli consideró "necesario que las decisiones vinculadas a la nueva presencialidad se basen en criterios objetivos pautados por las autoridades educativas, en lugar de trasladar dicha responsabilidad a los directivos de las escuelas. Es una cuestión de competencias”.
Y agregó que "la ministra (de Educación de la Ciudad de Buenos Aires) Soledad Acuña solo emite recomendaciones vagas y superfluas, se requiere un trabajo serio donde los responsables de infraestructura escolar sean quienes construyen criterios objetivos de regreso a una presencialidad cuidada”.
Por su parte, el diputado Manuel Socías sostuvo que si bien "la vuelta a la presencialidad escolar es imprescindible, hay que hacerlo minimizando los riesgos y evitando tener que retroceder a las pocas semanas".
"Esto implica ajustar la propuesta a la situación epidemiológica y garantizando la ventilación, el distanciamiento y el uso de barbijos. Nada sobre lo cual, el Gobierno de la Ciudad haya dado aún alguna certeza", manifestó.
El encuentro virtual reunió a los legisladores con los investigadores Jorge Aliaga, doctor en Ciencias Físicas; Rodrigo Quiroga, doctor en Ciencias Químicas, y Sol Minoldo, doctora en Ciencias Sociales.
En ese marco, Aliaga contó los detalles del estudio que lidera, junto a estudiantes de la Universidad de Hurlingham, en torno al uso de medidores de dióxido de carbono (CO2) que calculan la cantidad de esa sustancia en un ambiente e indican cuándo es necesario ventilar o evacuar.
Por su parte, Minoldo explicó que cada ambiente debe tener seis renovaciones de aire por hora como una medida de seguridad contra la circulación del virus y destacó la importancia de asegurar la calidad de los tapabocas y la frecuencia de desinfección.
Ayer se conoció un informe de la Unión de Trabajadores de la Educación, que relevó el estado edilicio de 700 escuelas y determinó que dos de cada tres establecimientos escolares de la Ciudad de Buenos Aires no cuentan con aulas con la ventilación recomendada para evitar contagios.
Al finalizar el encuentro, la legisladora Maria Bielli consideró "necesario que las decisiones vinculadas a la nueva presencialidad se basen en criterios objetivos pautados por las autoridades educativas, en lugar de trasladar dicha responsabilidad a los directivos de las escuelas. Es una cuestión de competencias”.
Y agregó que "la ministra (de Educación de la Ciudad de Buenos Aires) Soledad Acuña solo emite recomendaciones vagas y superfluas, se requiere un trabajo serio donde los responsables de infraestructura escolar sean quienes construyen criterios objetivos de regreso a una presencialidad cuidada”.
Por su parte, el diputado Manuel Socías sostuvo que si bien "la vuelta a la presencialidad escolar es imprescindible, hay que hacerlo minimizando los riesgos y evitando tener que retroceder a las pocas semanas".
"Esto implica ajustar la propuesta a la situación epidemiológica y garantizando la ventilación, el distanciamiento y el uso de barbijos. Nada sobre lo cual, el Gobierno de la Ciudad haya dado aún alguna certeza", manifestó.