Durante la primera semana de septiembre la región sufrió un temporal climático que, acompañado de lluvias intensas y fuertes vientos, entre otros inconvenientes provocó destrozos en el predio de entrenamiento que los Bomberos Voluntarios poseen sobre calle 55.
En dicha oportunidad el lugar sufrió el desprendimiento del techo de un tinglado y depósito, provocando además el desmoronamiento de las paredes laterales.
Una vez superada la adversidad climática todos los miembros de Bomberos Voluntarios se abocaron, aprovechando cada momento libre, a la recuperación de dicho predio.
"Con el gran compromiso y esfuerzo de nuestro Cuerpo Activo y Consejo Directivo, desde hace varios días, se viene trabajando para recuperar el sector dañado", expresaron desde la institución.