"Me parece que Patricia Bullrich tenía planificado decirle algo al Presidente para después salir a contarlo a la prensa. Estaba desesperada", contó Dalbón este miércoles en declaraciones a Radio 10.
La audiencia judicial de conciliación entre el Presidente y la titular
del PRO, convocada por el titular del juzgado civil 21 de la ciudad de
Buenos Aires, Luis Sáenz, fracasó, en el marco de la demanda que el jefe
de Estado presentó contra la exministra de Seguridad con el objetivo de
que se retractara después de haber acusado al gobierno.
Allí, la dirigente opositora se negó a retractarse de los dichos en los que le endilgó al Gobierno la supuesta intención de obtener un retorno para promover la llegada a la Argentina de la vacuna Pfizer contra el coronavirus.
En el marco de la audiencia conciliatoria de ayer, paso previo obligado
para el inicio de un juicio, el presidente y la dirigente opositora en
ningún momento estuvieron cara a cara sino que participaron del trámite
desde despachos separados dado que la titular del PRO en ningún momento
estuvo dispuesta a retractarse.
"No había conciliación posible
con Bullrich. Alberto Fernández no tenía problema de acercarse y
dialogar, pero ella no quiso. Si no había conciliación, no era necesario
que el Presidente estuviera presente porque Bullrich se quería ir, pero
terminó volviendo", relató Dalbón.
Sobre el punto del inicio
del conflicto, Dalbón recordó que Bullrich "le dijo coimero a Alberto
Fernández en un momento muy dramático de la sociedad, en plena pandemia,
con respecto a las vacunas", y sostuvo que eso "es un acto muy grave". "Nosotros llevamos diferentes pruebas que desmienten todo lo que dijo
Patricia Bullrich respecto al Presidente", apuntó el letrado.
Las declaraciones por las que Bullrich fue demandada no se
circunscribieron a una crítica política por la demora que hubiera podido
tener la llegada de la vacuna Pfizer a la Argentina, sino que incluyó
la denuncia pública de que el Gobierno habría pedido supuestas coimas a
cambio de facilitar el ingreso al país de esas vacunas, algo que fue
desmentido por el propio laboratorio.
La referente del PRO había asegurado en declaraciones televisivas que el
entonces ministro de Salud "Ginés González García dijo que para firmar
un contrato con Pfizer tenía que haber un intermediario, que es el mismo
de AstraZeneca, Hugo Sigman. Y Pfizer le dijo que no se podía. Que
debían ser efectivos en el tiempo y la forma de producción de la
vacuna".
"La actitud de González García fue intentar tener un
retorno. Eso el presidente no lo ignoraba", le había dicho la exministra
de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri al periodista Luis Majul en
declaraciones televisivas que luego repetiría, palabras más, palabras
menos, en otros reportajes.
"Eso no es un error, sino que es el
intento de un negociado que no se cerró. No tengo dudas de que Ginés
González García quiso un retorno por esa vacuna. Eso es criminal y lo
tienen que investigar los fiscales de la Nación. Si llaman a las
personas de Pfizer, ellos van a decir la verdad y no van a mentir",
había asegurado Bullrich.
Fueron precisamente personas ligadas a Pfizer y el propio laboratorio a
través de un comunicado de prensa los que desmintieron los dichos
Bullrich: "En ningún momento hubo pedido de pagos indebidos o existencia
de intermediarios", aseveró el gerente de Pfizer, Nicolás Vaquer, al
exponer en una reunión informativa realizada en la Cámara de Diputados
del Congreso Nacional.
Allí, además, el gerente aseguró que el laboratorio estaba haciendo "el máximo esfuerzo para traer la vacuna a la Argentina".
La audiencia de ayer concluyó con la "apertura de prueba", según
detalló el abogado Dalbón, que señaló que la parte demandante ya
presentó como elementos probatorios los dichos de Bullrich en televisión
y radio y las desmentidas oficiales de Pfizer a través de un comunicado
escrito y luego en el Congreso de la Nación.