La alianza Juntos de Macron lograría entre un 25% y un 25,8% de votos, mientras que la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes) cosecharía de 25% a 26,2%, según los institutos de opinión tras el cierre de las urnas, en donde un elemento determinante fue el ausentismo, que rondó el 53%
"Es una advertencia muy seria para Macron, son 7 puntos menos que en 2017 y la mayoría (absoluta) no se da por hecho", dijo el politólogo Brice Teinturier en la cadena France 2, para quien los franceses buscaron "reequilibrar" la presidencial, según cita la agencia AFP.
Los comicios son claves para el mandatario reelecto el 24 de abril y que necesita una mayoría absoluta para poder aplicar sin problemas su programa de corte liberal, como el retraso de la edad de jubilación de 62 a 65 años.
Pero luego de esa victoria frente a la ultraderechista Marine Le Pen,
los principales partidos de izquierda -ecologistas, comunistas,
socialistas y Francia Insumisa (izquierda radical)- decidieron por
primera vez en 25 años concurrir en un frente unido, liderado por
Jean-Luc Mélenchon.
Para la izquierda, el
presidente fue reelegido en abril no por su programa, sino porque los
franceses le votaron para evitar la llegada al poder de la extrema
derecha.
"El partido presidencial está derrotado", afirmó este domingo Mélenchon, quien llamó a la movilización en el balotaje.
Este
veterano político de 70 años, que se quedó a las puertas del balotaje
de la presidencial con casi un 22% de votos, presentó estos comicios
como una "tercera vuelta" y busca convertirse en "primer ministro", algo
difícil sin mayoría.
"Al final de esta
primera vuelta, la Nupes ha ganado. Estará presente en más de 500
circunscripciones en la segunda vuelta", destacó Mélenchon. "Por primera
vez en la V República, un presidente recién elegido no logra obtener la
mayoría en las elecciones legislativas inmediatamente posteriores", subrayó, y destacó que este resultado demuestra que este acuerdo de las fuerzas de izquierda está "listo para gobernar".
"La Nupes ha superado magistralmente su primer desafío",
subrayó. El dirigente de La Francia Insumisa, principal formación de la
Nupes, ha aprovechado para fijar ya el objetivo en la segunda vuelta,
prevista para el próximo domingo. "Hago un llamado a nuestro pueblo a
que se levante el próximo domingo para rechazar definitivamente los
proyectos desastrosos de la mayoría del señor Macron", alentó. "Salgan
con sus papeletas para abrir de par en par las puertas del futuro por la
que tantas generaciones anteriores a la nuestra se han movilizado", ha
remachado.
Las encuestas apuntan a que Nupes ha logrado un 25,7 o un 25,8 por
ciento de los votos, ligeramente por delante de la coalición Juntos, que
incluye a La República en Marcha, el partido del presidente Emmanuel
Macron (25 por ciento). Estos resultados dificultan la formación
de un gobierno en particular si es con Mélenchon a la cabeza, dado que
sería difícil lograr una mayoría estable, pero tampoco es una buena
perspectiva para Macron, quien tendrá que pactar si quiere controlar la
Asamblea Nacional.
El sistema electoral
francés es complicado para hacer proyecciones claras de los resultados,
coinciden todos los análisis. Los electores deben escoger al diputado de
su circunscripción -577 en total-, mediante una sistema mayoritario
uninominal a dos vueltas.
Sin embargo, según
los institutos de opinión, tras el balotaje del 19 de junio, las
fuerzas que apoyan al presidente lograrían entre 260 y 310 escaños,
seguidas de la Nupes, con entre 150 y 220 bancas. La mayoría absoluta se
sitúa en 289 diputados, es decir que Macron no tiene cerradas las
posibilidades, pero también puede quedar por debajo de ese número.
"Somos
la única fuerza política en capacidad de obtener la mayoría en la
Asamblea Nacional (...) tenemos una semana para convencer", aseguró la
primera ministra Elisabeth Borne, citada por la agencia Europa Press,
que pidió una mayoría "fuerte y clara" para el oficialismo.
La
movilización es un factor determinante para el equilibrio final de
fuerzas, máxime cuando los votantes de izquierda radical y de extrema
derecha son más proclives a abstenerse. La abstención se situó alrededor
del 52%, según las estimaciones.
El balotaje del próximo domingo mostrará si los franceses
otorgan su confianza total a Macron, mayoría propia, o si lo obligan a
negociar con una mayoría relativa o si le imponen una "cohabitación".
En el último caso,
"él ya no fijaría la política de la nación, sino la mayoría de la
Asamblea y el primer ministro que salga de ella", explicó Dominique
Rousseau, profesor de Derecho de la universidad Panthéon-Sorbonne.
Francia
ya tuvo mandatos con un gobierno y un presidente de diferente signo
político. La última cohabitación fue de 1997 a 2002, cuando el
presidente conservador Jacques Chirac nombró primer ministro al
socialista Lionel Jospin.
A diferencia de la
presidencial, la ultraderecha -dividida- no llega en posición de fuerza,
más allá de sus feudos en el norte y el sureste, y el tradicional
partido de derecha Los Republicanos (LR) se juega su porvenir tras la
debacle de abril.
Según los sondeos, LR
mantendría entre 33 y 80 diputados, por delante del partido de Le Pen
(de 10 a 45). El partido ¡Reconquista! (ultraderecha) podría entrar en
el parlamento con 3 diputados, pero su líder Éric Zemmour quedó
eliminado.
Aunque el poder adquisitivo,
en un contexto de alza de precios por la guerra en Ucrania, es la
principal preocupación, la campaña estuvo marcada por varias polémicas
sobre la actuación de la policía.