La familia oriunda en Merlo, había acudido a la institución para consultar con los profesionales sobre el cuadro del pequeño. “No era paciente, vino ese día con sus familiares”, comentaron desde el hospital.
Si bien el cuadro no ameritaba internación, ellos habían consultado al servicio de Salud Mental. La sede para atención de esa área, se encontraba en el séptimo piso del establecimiento donde el chico siempre estuvo acompañado por su papá y su mamá.
Lo cierto es que el fin de semana pasado el adolescente había se había ido de la casa por varias horas y eso puso en alarma a la familia, que decidió consultar a profesionales.
De ese mismo modo, el miércoles pasado la policía estuvo presente durante la jornada y fueron recopilando diversos testimonios sobre lo ocurrido para incorporar al expediente judicial, que se lleva adelante en la Fiscalía Nº7 de Morón.
Según el portal Crónica, trascendió que repentinamente el menor corrió hasta una ventana, se trepó al marco y, antes de que sus familiares lograran evitarlo, se arrojó el vacío.
Servidores públicos, destinados en la comisaría de El Palomar, investigaron el horrendo episodio y, en base a una serie de pruebas y testimonios, descartaron por completo que haya sido episodio delictivo ya que la situación habría quedado registrada en las cámaras de seguridad del establecimiento sanitario.
Versiones extraoficiales sostienen que el nenito padecía retraso madurativo y que aparentemente sufría de tendencias suicidas, lo cual hacía que debiera ser sometido a evaluaciones médicas a cargo de profesionales.
Intervino en la causa la Unidad Funcional N° 7, cuyas autoridades resolvieron convocar, de inmediato, a integrantes de la Policía Científica para la realización de diversas pericias en el escenario de la tragedia.
