El fin del viaje del barco humanitario se convirtió en el principio de una crisis diplomática entre Francia e Italia, dado que el Gobierno de París le reclamó al de Roma por haber dejado a más de 230 personas 15 días en altamar en malas condiciones de alojamiento, reacción que la primera ministra italiana Giorgia Meloni tildó este viernes de "agresiva, incomprensible e injustificada".
"Quedé impresionada por la reacción agresiva del Gobierno francés, que desde de mi punto de vista es incompresible e injustificada", planteó Meloni, de extrema derecha, en conferencia de prensa luego de los cruces entre ambos países.
Después de semanas en el mar en búsqueda infructuosa de un puerto seguro en Italia, el "Ocean Viking" llegó a muelle este viernes en Francia.
Se trata del primer desembarco en este país de un buque ambulancia que ayuda a los migrantes en el Mediterráneo.
"Es a título excepcional que acogemos este barco, teniendo en cuenta los 15 días de espera en el mar que las autoridades italianas han hecho sufrir a los pasajeros", declaró el jueves el ministro del Interior, Gérald Darmanin, citado por AFP.
El ministro criticó el comportamiento "incomprensible" y contrario al "derecho internacional" de Italia, orientado por un gobierno de extrema derecha que lidera Meloni, y advirtió que habrá "consecuencias" en las relaciones bilaterales.
Sin embargo, la líder italiana retrucó: "Hay que mostrar los números de este tema: el barco 'Ocean Viking', que este viernes atracó en un puerto francés, es el primero de una ONG que haya alguna vez atracado en un puerto francés, con 234 migrantes a bordo, y esto generó una reacción muy dura hacia una nación (en referencia a Italia) que desde el inicio de este año hizo entrar en su territorio a casi 90 mil migrantes".
"¿Todos los barcos de las ONG que están por le Mediterráneo deben ser traídos a Italia?", se preguntó.
"Nosotros, que hemos sido solidarios, no podemos tener solidaridad de los demás, ya que ahora dicen que se va a bloquear el sistema de relocación que se había decidido entre 13 países europeos" para recibir cuotas de las personas desembarcadas en Italia, lamentó Meloni.