En ese contexto, Moscú tildó de "ilegítimos" los intentos de establecer un tribunal internacional que juzgue presuntos crímenes de guerra de Rusia,a la vez que consideró a Washington y la OTAN participantes directos del conflicto.
España pareció quedar en medio del conflicto por los paquetes bomba o incendiarios al parecer vinculados a la guerra hallados este jueves y en días recientes en instituciones políticas y militares y una fábrica de armas de España, incluyendo uno dirigido al presidente Pedro Sánchez, así como en las embajadas de Estados Unidos y Ucrania.
Dos de esos envíos fueron interceptados este jueves, uno en un centro de satélites de la Unión Europea (UE) ubicado en una base militar cerca de Madrid que da información a Ucrania sobre los movimientos de tropas rusas en su territorio, y el otro en el Ministerio de Defensa, dirigido a la ministra Margarita Robles, dijo el Gobierno.
El miércoles explotó uno en la embajada de Ucrania y otro llegó a una fábrica de armas que hace un lanzagranadas que España envió al Ejército ucraniano para pelear con Rusia.
El Ministerio del Interior agregó que un sexto paquete similar a los demás fue detectado este jueves por la embajada de Estados Unidos en Madrid, en el filtro de seguridad de la sede diplomática, pasado el mediodía.
En conferencia de prensa, el secretario de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, Rafael Pérez, dijo que los resultados preliminares de una investigación en curso apuntaban a que los paquetes parecen haber sido enviados desde España.
Agregó que son sobres de color marrón con "similares características", entre ellas la coincidencia en la caligrafía, informó la agencia de noticias Europa Press.
En un comunicado, el Ministerio del Interior dijo que ordenó a la Policía extremar las medidas de protección de las administraciones y edificios públicos, "en especial especialmente en lo referente a los controles sobre los envíos postales".
La justicia, que abrió el miércoles una investigación por un posible delito de terrorismo luego del suceso en la embajada ucraniana, indicó que sumaba todos los hechos en una misma causa.
Desde Kiev, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, advirtió que además del de Madrid hubo otros "hechos alarmantes" en otros edificios diplomáticos en el extranjero.
"Ha habido otros hechos alarmantes, no relacionados con explosivos, sino con el envío de amenazas muy concretas a la Embajada de Ucrania", denunció el ministro, que evitó dar más precisiones, según la oficial agencia Ukrinform.
La embajada de Ucrania en Madrid expresó su “absoluta repulsa ante el atentado”, en el que un empleado ha resultado herido, y expresó su solidaridad con el embajador y el personal de la sede, según un comunicado publicado en la cuenta de la red Twitter, en el que subrayó que “los autores deben responder ante la Justicia".
Pero también Rusia condenó esos envíos con sustancias explosivas, en una declaración de su representación en Madrid en la que dejó en claro que “cualquier amenaza o acto terrorista, más aún dirigidos contra una misión diplomática, son totalmente condenables”.
Más áspero estuvo Moscú cuando volvió al conflicto bélico en sí y consideró "ilegítimos" los intentos de establecer un tribunal internacional que juzgue presuntos crímenes de guerra en su invasión de Ucrania.