El incremento de la canasta básica total, que mide el umbral de pobreza, creció un 4,5% en diciembre respecto del mes previo, y acumuló un alza de 100,3% en todo el año pasado. De modo que si en diciembre de 2021 cubrir el costo de la canasta para una persona significaban $24.643, en diciembre de 2022 requirió de $49.358.
En cuanto a la canasta básica alimentaria, que mide la línea de indigencia, en diciembre pasado una familia de cuatro integrantes necesitó de $67.187 para poder adquirirla; lo cual significó un 5% más cara que en noviembre y 103,8% más que en diciembre de 2021.
Es decir que el costo de los alimentos creció en promedio más que el resto de los productos de primera necesidad.
A su vez, cabe señalar que el precio de la canasta básica total, así como el de canasta alimentaria, fueron incluso superiores a la inflación registrada por el INDEC en igual periodo, en tanto que la misma alcanzó 94,8%.
Ello implica que el alza de precios del 2022, tuvo una mayor repercusión entre los sectores de bajos recursos ya que el conjunto de los productos de primera necesidad se encarecieron más que el resto.
De acuerdo al último dato del INDEC, la pobreza alcanzó al 36,5% de las personas y el 27,7% de los hogares en el primer semestre de 2022; mientras que la indigencia fue del 8,8% al mes de junio.
En ese periodo, el organismo registró una caída de los niveles de pobreza en relación al último semestre de 2021, pero un aumento de la indigencia en igual periodo, que se explicó por la suba del precio de los alimentos por encima de la canasta básica total, al igual que como cerró todo el año 2022.
En cuanto a la población en situación de pobreza, tras el pico registrado en el segundo semestre de 2020 -en medio de la caída de la actividad económica debido a la pandemia por coronavirus- cuando alzanzó al 42%, la misma comenzó un camino descendente: 40,6% (junio 2021); 37,2% (diciembre 2021); 36,5% (junio 2022).
