Lo conocí de bombero, de colectivero, de dueño del bar “Amigos”, del bar en el campo de deportes del Club Social Pato, y de la confitería de la YPF del Cruce. Fue siempre un buen ser humano, dispuesto a ayudar al prójimo y hasta a jugarse la vida, como muchas veces lo hizo de bombero.
La vida hizo que a principios del 90´ tuviera una seria enfermedad mental y ahí todo cambió por completo, perdió su independencia y necesitó de los demás. Su madre Inés fue su bastón, su compañera, sus ojos. En ella se apoyó siempre y un día de mayo del 2019 ella falleció; mientras su padre –José- ya se había ido en el 2015. Tito en la práctica se quedó sólo. Después, vino la pandemia y yo dejé de verlo, a gatas alguna llamada de vez en cuando y nada más, todos encerrados.
En julio del 2021 un día apareció en casa a visitarme, estaba muy desprolijo, desarreglado, como descuidado en su aspecto y prácticamente en situación de calle, sin dinero y endeudado. Lo vi mal, muy mal y encima su relato me abrió los ojos de que estaba en una situación límite.
Charlamos y al rato se fue. Yo, quedé conmovido por dentro, como amigo sentí que no podía permitirme que él hiciera una locura y se tirase al abandono total, eso no era justo, él era un ser humano pleno de bondad, no merecía terminar mal.
Pasaron los días y se me ocurrió escribir en mi muro del Facebook lo que estaba pasándole a Tito, yo quería que quienes lo apreciaban se enteraran de su situación. La nota tuvo mucha repercusión, claro ¡era Tito Forte!, para quienes él había marcado en esas personas toda su infancia, llevándolos en el colectivo, o con su confitería, atendiéndolos ya más en la adolescencia de cada uno, o como bombero servicial ayudando a otros, etc.
En ningún lado pasó desapercibido y fue muy querido por quienes lo trataron.
Fue tanto el impacto de la nota en Facebook que el buen amigo Juancito Ferreyra me llama un día diciéndome que quería hacer una nota en el cable para que hable de la situación de Tito. La nota se hizo y mucha más gente se enteró de él y de lo que estaba viviendo. Al otro día me dije, ¡guau cuanta gente lo quiere, ¡qué lindo!, entonces demos un paso más y juntemos a todos aquellos que quieran poner un dinero mensual para ayudarle a vivir mejor. Respondieron más de 30 personas a mi llamado y desde julio del 2021 hasta hoy –junio del 2023- nos hemos estado pasando la posta entre muchos y hemos estado colaborando en su bienestar económico.
Pero no quiero quedarme acá, quiero dejar asentado todo lo que fue pasando, para que a otros les sirva y para que haya cosas que deben estar atentos si es que tenemos familiares en una situación similar, al estar jubilados o pensionados. Vamos a relatar lo que se fue dando en el tiempo:
Tito tenía -a julio de 2021- el cobro una pensión por adulto mayor, que en su momento se tramitó en ANSES, por la que más o menos cobraba $ 14.000. Pero resulta que a él le quedaba solo de bolsillo unos $ 4.000, ya que más o menos unos $ 10.000 mensuales se los retenía el Banco Industrial, por 7 (siete) créditos a tasas usureras que le habían otorgado (3 del Banco Industrial directamente, y 4 se los dio la financiera del Banco, llamada Tienda Jubilo S.A.) y se los descontaban de su pensión al ir a cobrar, o sea, primero se cobraba el Banco, por supuesto, que lo tenía cautivo al ir a cobrar ahí todos los meses.
Algo similar ocurrió con Naldo Lombardi y su financiera, que le dio un crédito también a tasas usureras y descontando la cuota a pagar de la misma pensión como adulto mayor, algo increíble de entender, por dos motivos principales:
- a) Ni el Banco Industrial y su financiera; ni la financiera de Naldo le pueden otorgar un crédito a una persona declarada insana judicialmente, que no tiene capacidad de firma y no está en su sano juicio para entender lo que firma y sólo puede hacerlo a través de su Curador judicial, que era en ese momento su madre ya fallecida y –por lo tanto- nadie podía firmar para sacar un crédito, sin embargo ¡se los dieron!, ya con su madre muerta.
- b) No pueden por ley dar un crédito a una persona que no cobra ni el “mínimo, vital y móvil” con su haber, como para asegurar que de ese dinero mensual que cobra por pensionado se sacará una parte para poder pagar un crédito y con el resto poder vivir.
Pero acá lo interesante es que el Banco Industrial le había dado ¡7 créditos! (3 por el banco y 4 por su financiera) a un indigente, a alguien sin capacidad de pago y menos que menos, darle tanta cantidad de créditos, algo inexplicable.
Una vez enterado de toda esta situación increíble tomé cartas en el asunto y me fui a DEFENSA DEL CONSUMIDOR MUNICIPAL y allí, con un excelente accionar de los profesionales actuantes y una atención destacable se procedió a pedir informes al Banco y a las financieras aludidas. El resultado es que se logró parar todos los créditos usureros y mal otorgados y hasta se los intimó para que desistiera de cualquier acción de reclamo contra José Alberto “Tito” Forte, porque los créditos fueron mal otorgados, aprovechándose de una persona insana.
GRACIAS A DIOS ESTA BATALLA FUE GANADA.
Entonces, qué enseñanza nos debe dejar esto que pasó:
- Estén atentos, sobre todo los familiares de la gente mayor que no entiende muchas veces lo que firman y el dinero fácil que reciben, porque las tasas son usureras y como tienen a la gente enganchada porque la ANSES derivó el cobro de la jubilación o pensión a ese Banco en particular PRIMERO SE COBRAN ELLOS… y no les importa nada más.
- Si detectan un caso de éstos, lo primero que tienen que hacer es cambiarse de Banco. Yo a Tito lo saqué del Industrial y lo puse en el Banco Galicia y di orden de que no paguen nada que venga de ese lugar en reclamo, porque muchas veces los Bancos te hacen firmar papeles –que uno no sabe lo que firma en la letra chica- y lo que está haciendo con la firma es autorizar a que te descuenten dinero de cualquier cuenta que encuentren en el sistema bancario a tu nombre, entonces uno eso debe frenarlo.
Una vez solucionado el tema de los créditos surgió otro problema importante en la vida de Tito, que tiene que ver con la ANSES.
Cuando la mamá vivía ella cobraba un plus en su haber mensual por hijo discapacitado, que le correspondía por ley al estar con Certificado de Discapacidad. Al morir la mamá en 2019 a Tito la ANSES le saca ese monto de dinero y ya no lo cobra más. La ley dice sobre este tema que cuando los padres fallecen el hijo/a deben seguir cobrando ese haber mensual como discapacitado, o sea el Estado no puede dejar desamparado a esta persona, salvo que la persona este legalmente casada al momento de ocurrir esta situación y en ese caso el cónyuge debe hacerse cargo y no corresponde ningún dinero a cobrar por discapacidad.
Tito, efectivamente, al momento de fallecer su madre figuraba casado en el sistema de ANSES, por más que hacía más de 40 años que -en la práctica- estaba separado de hecho, pero no divorciado, según les constaba. Esto hizo que entonces se agarraran de este párrafo legal y le prohibieran la posibilidad de cobrar ese dinero para los discapacitados. Bueno, enterado de esta situación, empecé a indagar un poco el tema y descubrí en los papeles de Tito que él sí se había divorciado legalmente en el 2015, pero ANSES no lo sabía.
Este fue el momento en el que decidimos pedir ayuda legal especializada y se contrataron unas abogadas previsionales, que tuvieron muy importantes logros. En casi dos años transcurridos, Tito demostró que él se divorció en 2015 y la madre murió después –en 2019- y entonces los argumentos de la ANSES se cayeron y hoy él está cobrando la pensión de la madre.
Pero no nos quedamos ahí y luchando contra todos los contrarios a nosotros también iniciamos una medida cautelar ante un juez federal que finalmente dictó una medida favorable a Tito para que –antecedentes de por medio- le reconozcan que también debía cobrar la pensión de su padre, porque ya hay jurisprudencia que emite fallo favorable para las personas que estén hace muchos años separado de hecho, sin haberse divorciado legalmente, que era su caso al morir el padre.
Así que si están en situación similar LUCHEN POR SUS DERECHOS Y GANARAN. A partir de este mes, entonces cobrará dos pensiones mensualmente –de su padre y de su madre- y sus problemas de dinero habrán finalizado.
A esta altura de esta nota, solo me queda agradecer, primero a toda la gente anónima que en estos tiempos últimos desde 2019 en adelante han sabido soportar el asedio insistidor y desesperado de Tito pidiendo ayuda económica por la calle, porque gracias a eso él subsistió y llegó hasta acá.
Segundo, agradecer al grupo de personas que me ayudaron a darle una mano a Tito y a sacarlo adelante, cuando armé el grupo, devolviéndole la dignidad de vivir bien en estos tiempos difíciles.
Gracias de corazón:
Guillermo Almeida; Andrea Arana; Laura Balinotti; Chiquita, Mónica y Andrea Silva; Daniel Garavano y Cristina Scarpatti; Silvia y Nené Delledonne; Liliana Soplán; Susana Larroquet; Graciela Chiarinotti; Renata Conforti y Fernando Soto; Maria Isabel Duffard: Mario Sotelo; Mónica Colavita y Osvaldo; Juan Carlos Sampayo; Mario Forte; Walter Ianni; Alejandra Barbieri; César Renzi; Javier Garcia; Inés Spitale; Silvia Iriarte; Lili Forte; Mónica Cejas; Claudia Sueyro; Mónica Pérez Lázzaro; Maria Eugenia Bazzalo; Virginia Hamdan; Paty Ponce; Marta Aversa de Pinilla; Estela Membredes; Lydia Rivas; Francisco Pezzente; Ana Maria Pastorino; Sandra Villaroel; Mariela Idiart y Willy Quiroga; Sandra Robbiani y Miguel Avellaneda.
También agradecer a la Municipalidad de Balcarce, en la persona de Ricardo Stoppani y del Director de Recursos Jacobo Antonelli; de la Psicóloga Eugenia Villareal, en el Hospital Municipal; de la gente de Desarrollo Social; y del área de Cementerio; también resaltar la ayuda de la gente de PAMI, en las figuras de Sonia del Campo y Gabriela Franganillo, que siempre le dieron más de lo que sus obligaciones les mandan; y un último párrafo para el Dr. Juan Diego Suñé, que fue un sensible ser humano y un eficiente abogado y que mucho nos ayudó en lo legal. Todos colaboraron, todos ayudaron a mejorar la vida de mi amigo Tito.
Hoy, estamos felices, hemos ayudado a un buen ser humano a salir adelante, a llevar una vida digna. Ya no está endeudado, todas sus viejas deudas de luz, gas, agua, impuestos municipales, etc., fueron saldadas; y ahora ganamos la batalla judicial y cobra sus pensiones por ley. Ya no necesita de nuestro grupo de apoyo económico, hoy como tal nos disolvemos, aunque quedaremos conectados porque la mayoría somos amigos; y yo he tomado el compromiso judicial de ser su Curador, su Apoyo, como se lo llama ahora y lo seguiré cuidando y protegiendo mientras la salud y Dios me acompañen.
Gracias, Pueblo de Balcarce.
Ing. Agr. Alfredo Conforti
DNI 12.651.881
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