
"EE.UU. y China deben buscar una relación de sana competencia económica en la que el ganador no se lo lleve todo, sino que, con un conjunto de reglas justas, beneficie a ambos países a lo largo del tiempo. Cuando nos preocupen determinadas prácticas económicas, debemos comunicarlas directamente, y así lo haremos", declaró.
Según Yellen, las economías de los dos países "pueden interactuar de forma no controvertida para ambos Gobiernos". "El hecho de que, a pesar de las recientes tensiones, hayamos batido un récord de comercio bilateral en 2022 sugiere que existe un amplio margen para que nuestras empresas participen en el comercio y en la inversión", destacó.
Asimismo, la alta funcionaria señaló que las dos naciones tienen el deber de cooperar en los grandes retos mundiales, entre ellos los problemas medioambientales y las dificultades de endeudamiento de las naciones más pobres.
Yellen resumió que Washington y Pekín no deben "permitir" que los desacuerdos "den lugar a malentendidos, en particular los derivados de la falta de comunicación, que pueden empeorar innecesariamente" las relaciones. Se trata del segundo viaje de un funcionario estadounidense de alto rango a China este verano, después de la visita del secretario de Estado, Antony Blinken, del pasado mes de junio.