Más de 10 mil peregrinos llegaron desde distintas localidades salteñas y desde otras provincias y se concentraron en la Catedral de la capital provincial para realizar, con cantos, danzas típicas y otra manifestaciones culturales, la vigilia previa a la procesión final, que tendrá lugar este viernes.
(TELAM) - Miles de peregrinos, llegados de distintos puntos de Salta y de otras provincias, protagonizaron este jueves un incesante paso frente a las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro, en la catedral basílica de la capital salteña, en el marco de una de las fiestas religiosas más convocantes del país y que culmina este viernes con la tradicional procesión.
“Estoy muy contento de poder estar con Ustedes, como peregrinos del Señor y la Virgen del Milagro, y quiero agradecerles por el testimonio de fe y esperanza que nos brindan, por la gratitud a Dios”, expresó el nuncio apostólico en Argentina, monseñor Miroslaw Adamczyk.
El representante del Papa Francisco en en el país saludó así a los peregrinos y les presentó “los mejores deseos, sobre todo buena salud, muchas bendiciones terrestres y celestiales, mucha prosperidad, felicidad. Y, como son peregrinos del Señor y la Virgen del Milagro, entonces también muchos pequeños milagros durante la vida cotidiana”.
Las expresiones del nuncio apostólico fueron formuladas este jueves, en el atrio de la Catedral de Salta, ante la llegada de la peregrinación de la Puna, con más de diez mil caminantes que arribaron para el encuentro con las sagradas imágenes del Milagro.
La columna de la Puna, que es una de las más numerosas peregrinaciones de la Fiesta del Milagro, arribó cerca de las 17, encabezada por niños y jóvenes que danzaron al ritmo de sikus, erkes, violines y tambores, con atuendos de plumas y tejidos típicos andinos.
Detrás de ellos, llegó una delegación de mineros, acompañados de gendarmes y otros trabajadores de esa región, seguidos por el grueso de los caminantes, que llevaban banderas de Salta, de Argentina y Papales, con carteles y pancartas, además de portar pequeñas imágenes de misachicos.
Tras la bendición del nuncio, los peregrinos hicieron su ingreso a la Catedral de manera ordenada, para saludar al Señor y la Virgen del Milagro, que fue el motivo de una caminata que se extendió durante varios días y que a su paso fue acogiendo nuevos fieles que se iban sumando.
Para llegar a Salta, los promesantes de diferentes lugares de la Puna salteña atravesaron a pie montañas, salares, rutas y caminos pedregosos, temperaturas bajo cero, días soleados, y ríos zigzagueantes.
En la catedral también recibieron el saludo del arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, quien les agradeció “el testimonio de fe que se acrecienta año a año”, y agregó: “Esta peregrinación nos muestra que no estamos solos, que es posible la unidad, que la herida en nuestra Patria no es lo definitivo”.
Por su parte, el vicario general de Salta, monseñor Dante Bernacki, que como cada año realizó la travesía desde San Antonio de los Cobres, consideró que “el pueblo de la Puna es humilde, vive con dignidad su trabajo y la pobreza, y viene para dar gracias a Dios”.
Desde las primeras horas de la mañana de este jueves arribaron a la catedral de la ciudad de Salta numerosos grupos de peregrinos de distintas localidades, como Chicoana, Metán, Lumbreras, Isonza, los Valles Calchaquíes, Nazareno, la Quebrada del Toro, Hipólito Yrigoyen, Joaquín V González, Coronel Moldes, Orán, Aguas Blancas, Tucumán, Santa María de Catamarca y tantos otros puntos.
La mayoría de ellos caminó durante días para llegar a los pies del Señor y la Virgen del Milagro, otros lo hicieron en bicicleta, pero todos con fe, emoción y alegría, para agradecer, prometer y cumplir con sus promesas.
Al arribar al templo, muchos dejaron sus danzas, coplas y canto en señal de ofrenda.
“Estoy muy contento de poder estar con Ustedes, como peregrinos del Señor y la Virgen del Milagro, y quiero agradecerles por el testimonio de fe y esperanza que nos brindan, por la gratitud a Dios”, expresó el nuncio apostólico en Argentina, monseñor Miroslaw Adamczyk.
El representante del Papa Francisco en en el país saludó así a los peregrinos y les presentó “los mejores deseos, sobre todo buena salud, muchas bendiciones terrestres y celestiales, mucha prosperidad, felicidad. Y, como son peregrinos del Señor y la Virgen del Milagro, entonces también muchos pequeños milagros durante la vida cotidiana”.
Las expresiones del nuncio apostólico fueron formuladas este jueves, en el atrio de la Catedral de Salta, ante la llegada de la peregrinación de la Puna, con más de diez mil caminantes que arribaron para el encuentro con las sagradas imágenes del Milagro.
La columna de la Puna, que es una de las más numerosas peregrinaciones de la Fiesta del Milagro, arribó cerca de las 17, encabezada por niños y jóvenes que danzaron al ritmo de sikus, erkes, violines y tambores, con atuendos de plumas y tejidos típicos andinos.
Detrás de ellos, llegó una delegación de mineros, acompañados de gendarmes y otros trabajadores de esa región, seguidos por el grueso de los caminantes, que llevaban banderas de Salta, de Argentina y Papales, con carteles y pancartas, además de portar pequeñas imágenes de misachicos.
Tras la bendición del nuncio, los peregrinos hicieron su ingreso a la Catedral de manera ordenada, para saludar al Señor y la Virgen del Milagro, que fue el motivo de una caminata que se extendió durante varios días y que a su paso fue acogiendo nuevos fieles que se iban sumando.
Para llegar a Salta, los promesantes de diferentes lugares de la Puna salteña atravesaron a pie montañas, salares, rutas y caminos pedregosos, temperaturas bajo cero, días soleados, y ríos zigzagueantes.
En la catedral también recibieron el saludo del arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, quien les agradeció “el testimonio de fe que se acrecienta año a año”, y agregó: “Esta peregrinación nos muestra que no estamos solos, que es posible la unidad, que la herida en nuestra Patria no es lo definitivo”.
“Lo definitivo es caminar juntos ayudándonos, ricos y pobres, de la Puna y de los valles, de los llanos y de las montañas, somos un solo pueblo y cuando nos une la fe y se transforma en caridad es posible creer en un mundo mejor”, sostuvo.
Por su parte, el vicario general de Salta, monseñor Dante Bernacki, que como cada año realizó la travesía desde San Antonio de los Cobres, consideró que “el pueblo de la Puna es humilde, vive con dignidad su trabajo y la pobreza, y viene para dar gracias a Dios”.
Desde las primeras horas de la mañana de este jueves arribaron a la catedral de la ciudad de Salta numerosos grupos de peregrinos de distintas localidades, como Chicoana, Metán, Lumbreras, Isonza, los Valles Calchaquíes, Nazareno, la Quebrada del Toro, Hipólito Yrigoyen, Joaquín V González, Coronel Moldes, Orán, Aguas Blancas, Tucumán, Santa María de Catamarca y tantos otros puntos.
La mayoría de ellos caminó durante días para llegar a los pies del Señor y la Virgen del Milagro, otros lo hicieron en bicicleta, pero todos con fe, emoción y alegría, para agradecer, prometer y cumplir con sus promesas.
Al arribar al templo, muchos dejaron sus danzas, coplas y canto en señal de ofrenda.