Los anuncios del ministro de Economía, Luis Caputo, incluyeron el fin de la obra pública. Y detiene toda licitación que no llegó a instancias de ejecución. Mar del Plata tenía importantes proyectos listos para arrancar por 1.100 millones de pesos.
Los anuncios realizados este martes por el ministro de Economía, Luis Caputo, no serán gratis para Mar del Plata. La medida de ajuste que implica la suspensión de obra pública significará al menos un freno a infraestructura que estaba en instancias inminente ejecución.
Con claridad dijo el funcionario nacional, en su primera presentación oficial en público, que el Estado nacional “no va a licitar más obra pública nueva” y, además, que “va a cancelar las que tengan un desarrollo aún no comenzado”. Como alternativa dejó esta sentencia: “De las obras se encargará el sector privado”.
Y si bien ya es un golpe duro para la industria de la construcción la devaluación de casi 100%, que se espera que tenga impacto inmediato sobre los costos de insumos y servicios, habrá un coletazo adicional en la ciudad con la pérdida casi segura de proyectos que estaban listos para ponerse en marcha.
Una de las obra que quedaría postergada, cuando ya tenía licitación concluida y todo el proceso avanzado como para comenzar a colocar ladrillos, es la del nuevo edificio para el Jardín de Infantes Municipal N°24. El costo estimado era de casi 180 millones de pesos.
La obra se pensó sobre un lote de Goñi entre Carasa y Soler, muy cerca del actual edificio, que está en plena actividad pero con falencias.
Era una propuesta que avanzó con financiamiento previsto del Ministerio de Obras Públicas de la Nación a partir del plan “Argentina Hace” que, hasta la gestión de gobierno anterior, aseguraba financiamiento público para obras de infraestructura.
El otro impacto directo por el grado de avance que había tenido todo el proceso licitatorio y de adjudicación es el de recuperación de de espacios públicos (licitación 34/2023) sobre el paseo de Playa Chica (extendido hasta Playa Grande) y dos plazas , una de ellas en Faro Norte (Plaza de los Pájaros) y otra en el barrio Termas Huincó (Saint Ángelo Invado).
Este último conjunto tenía un presupuesto estimado en casi 700 millones de pesos y los recursos, al igual que la anterior, estaba previstos en el programa “Argentina Hace”.
Y si bien se habían logrado dar casi todos los pasos, también quedan en la puerta de la concreción otras dos obras relevantes, en particular por su impacto sobre el patrimonio arquitectónico y la oferta cultural de la ciudad.
Esperaban en esa lista la restauración y refuncionalización de la Villa Ortiz Basualdo, donde funciona el Museo Juan Carlos Castagnino, con una inversión de 131,2 millones de pesos.
Y, quizás más doloroso por lo que costó la primera etapa para recuperar el edificio central, la que apuntaba a levantar la infraestructura complementaria para la Casa sobre el Arroyo o Casa del Puente. Allí el desembolso acordado era de 92,3 millones de pesos.
Son estas las obras con financiación del Estado nacional que más cerca estaban de la instancia de ejecución, luego de sortear todo lo difícil que resulta el trámite burocrático que representa un proceso licitatorio.
Algo más relegadas quedaban otras dos, que tienen expectativas desde hace tiempo pero no han logrado toda la atención de las oficinas nacionales del área.
En esa lista aparecen la que apuntaba a una reconversión del paseo lineal de Punta Mogotes, entre el sector de lagunas que depende de Provincia y el frente urbano de Avenida de los Trabajadores. Y también el denominado Paseo de la Vida, que data de la gestión de Carlos Arroyo y apuntaba a reconvertir en ciclovía el corredor determinado por rieles de ferrocarril desde la estación ferroautomotora hasta Avenida Juan B. Justo.
Con claridad dijo el funcionario nacional, en su primera presentación oficial en público, que el Estado nacional “no va a licitar más obra pública nueva” y, además, que “va a cancelar las que tengan un desarrollo aún no comenzado”. Como alternativa dejó esta sentencia: “De las obras se encargará el sector privado”.
Y si bien ya es un golpe duro para la industria de la construcción la devaluación de casi 100%, que se espera que tenga impacto inmediato sobre los costos de insumos y servicios, habrá un coletazo adicional en la ciudad con la pérdida casi segura de proyectos que estaban listos para ponerse en marcha.
Una de las obra que quedaría postergada, cuando ya tenía licitación concluida y todo el proceso avanzado como para comenzar a colocar ladrillos, es la del nuevo edificio para el Jardín de Infantes Municipal N°24. El costo estimado era de casi 180 millones de pesos.
La obra se pensó sobre un lote de Goñi entre Carasa y Soler, muy cerca del actual edificio, que está en plena actividad pero con falencias.
Era una propuesta que avanzó con financiamiento previsto del Ministerio de Obras Públicas de la Nación a partir del plan “Argentina Hace” que, hasta la gestión de gobierno anterior, aseguraba financiamiento público para obras de infraestructura.
El otro impacto directo por el grado de avance que había tenido todo el proceso licitatorio y de adjudicación es el de recuperación de de espacios públicos (licitación 34/2023) sobre el paseo de Playa Chica (extendido hasta Playa Grande) y dos plazas , una de ellas en Faro Norte (Plaza de los Pájaros) y otra en el barrio Termas Huincó (Saint Ángelo Invado).
Este último conjunto tenía un presupuesto estimado en casi 700 millones de pesos y los recursos, al igual que la anterior, estaba previstos en el programa “Argentina Hace”.
Y si bien se habían logrado dar casi todos los pasos, también quedan en la puerta de la concreción otras dos obras relevantes, en particular por su impacto sobre el patrimonio arquitectónico y la oferta cultural de la ciudad.
Esperaban en esa lista la restauración y refuncionalización de la Villa Ortiz Basualdo, donde funciona el Museo Juan Carlos Castagnino, con una inversión de 131,2 millones de pesos.
Y, quizás más doloroso por lo que costó la primera etapa para recuperar el edificio central, la que apuntaba a levantar la infraestructura complementaria para la Casa sobre el Arroyo o Casa del Puente. Allí el desembolso acordado era de 92,3 millones de pesos.
Son estas las obras con financiación del Estado nacional que más cerca estaban de la instancia de ejecución, luego de sortear todo lo difícil que resulta el trámite burocrático que representa un proceso licitatorio.
Algo más relegadas quedaban otras dos, que tienen expectativas desde hace tiempo pero no han logrado toda la atención de las oficinas nacionales del área.
En esa lista aparecen la que apuntaba a una reconversión del paseo lineal de Punta Mogotes, entre el sector de lagunas que depende de Provincia y el frente urbano de Avenida de los Trabajadores. Y también el denominado Paseo de la Vida, que data de la gestión de Carlos Arroyo y apuntaba a reconvertir en ciclovía el corredor determinado por rieles de ferrocarril desde la estación ferroautomotora hasta Avenida Juan B. Justo.
Fuente: Ahora Mar del Plata.