El proyecto indica la supresión de todas las bonificaciones, afectando a más de 1.240.000 hogares en la provincia de Buenos Aires y aproximadamente 4 millones en todo el país, según el exdiputado nacional Alejandro “Topo” Rodríguez.
Esta medida afecta no sólo a los usuarios del servicio de gas natural de red, sino que abarca a todos los consumidores ya que el precio del gas envasado (garrafas y tubos) también se vería severamente afectado.
La Ley 27.637, que ampliaba la Zona Fría, sería derogada, y un nuevo esquema de subsidios segmentados se aplicaría a través de un MegaDNU, considerando el nivel de ingresos y dejando afuera a los hogares de clase media trabajadora de los descuentos actuales.
Rodríguez señaló que también se busca aumentar mensualmente las facturas de gas, aplicando el índice de precios internos mayoristas (IPIM). Advirtió que los números serán más alarmantes en invierno, estimando que una familia de la zona fría de la provincia de Buenos Aires que pague $15,000 en enero podría llegar a abonar cerca de un millón por el gas del tercer trimestre del mismo año.
Para el exlegislador, la decisión de eliminar los descuentos por Zona Fría se toma por fanatismo ideológico, ya que este subsidio no se financia con recursos del presupuesto y no genera déficit fiscal.
Rodríguez señaló que también se busca aumentar mensualmente las facturas de gas, aplicando el índice de precios internos mayoristas (IPIM). Advirtió que los números serán más alarmantes en invierno, estimando que una familia de la zona fría de la provincia de Buenos Aires que pague $15,000 en enero podría llegar a abonar cerca de un millón por el gas del tercer trimestre del mismo año.
Para el exlegislador, la decisión de eliminar los descuentos por Zona Fría se toma por fanatismo ideológico, ya que este subsidio no se financia con recursos del presupuesto y no genera déficit fiscal.
La preocupación radica en el impacto económico que tendría en los hogares y la clase media trabajadora.
