El fiscal general de Alabama, Steve Marshall, anunció que otras 43 personas condenadas a muerte en el estado han optado por la asfixia en lugar de las inyecciones letales desde que se aprobó el método en 2018. Marshall, un republicano, calificó este nuevo método como "humano", mientras que grupos de derechos humanos lo condenaron como cruel y tortuoso.
La asfixia con nitrógeno es el primer nuevo método de ejecución desde que se introdujeron las inyecciones letales en Estados Unidos en 1982. A pesar de afirmar que el método está probado, hubo versiones divergentes sobre cuán violento fue durante la ejecución de Kenneth Smith. Mientras que las autoridades estatales insistieron en que todo salió como se esperaba, algunos testigos afirmaron que el prisionero permaneció consciente durante varios minutos después de la aplicación de nitrógeno, temblando y retorciéndose en la camilla.
El reverendo Jeff Hood, asesor espiritual de Smith, describió cómo el prisionero luchó por la vida durante la ejecución, mientras que funcionarios de Alabama sugirieron que los movimientos podrían haber sido "involuntarios". La ejecución fue condenada por la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, Amnistía Internacional Estados Unidos y otros grupos de derechos humanos.
Smith había cuestionado sin éxito los intentos de Alabama de ejecutarlo en los tribunales federales, argumentando que el primer intento fallido y el nuevo método no probado violaban una prohibición constitucional de "castigos crueles e inusuales". A pesar de la controversia y las críticas de grupos de derechos humanos, Alabama ofrece ahora asistencia a otros estados que buscan adoptar este método de ejecución.
