En un comunicado de prensa, el Ministerio destacó que, a pesar de contar con el esquema primario completo, la estrategia de refuerzo es esencial para mantener una protección adecuada y prevenir complicaciones, hospitalizaciones y fallecimientos debido al virus.
"Ante el actual contexto, se recomienda fuertemente que quienes se encuentren dentro de grupos con alto riesgo de desarrollar formas graves de enfermedad (...) reciban una dosis de refuerzo contra el Covid-19 si han transcurrido seis meses desde la última dosis aplicada, independientemente de la cantidad de refuerzos recibidos previamente", expresó la cartera.
Este llamado incluye a mayores de 50 años, personas gestantes en cualquier trimestre y aquellos con inmunocompromiso de seis meses o más. También se aconseja la vacunación anual de refuerzo para personas menores de 50 años con comorbilidades no relacionadas con el sistema inmune, así como para aquellos con mayor riesgo de exposición, como el personal de salud y funciones estratégicas.
En cuanto a personas consideradas de bajo riesgo, menores de 50 años sin comorbilidades, se sugiere que la vacunación de refuerzo contra el Covid-19 sea anual.
El Ministerio subrayó que todas las jurisdicciones cuentan con dosis suficientes para completar esquemas de vacunación y aplicar los refuerzos correspondientes. También alentó a las personas a acudir espontáneamente a los vacunatorios para recibir sus dosis.
Hasta principios de enero, la cobertura nacional con la primera dosis alcanzó el 93,6%, con ciertas disminuciones en los menores de tres años, y el 100% en mayores de 50. El esquema primario completo (dos dosis o dosis única según corresponda) llega al 82,4%, con un 91% en personas mayores de 18 años.
El primer refuerzo alcanza al 49,6% de la población, siendo alrededor del 75% en mayores de 50 años. En cuanto al segundo refuerzo, la población mayor de 50 años presenta una cobertura superior al 40%, llegando casi al 45% en mayores de 60 años.
Además de la vacunación, se reiteraron las medidas de prevención de infecciones respiratorias agudas, como la ventilación adecuada de ambientes, el lavado frecuente de manos, y la observancia de prácticas higiénicas y de distanciamiento social.
