La ciudad de Jujuy se vio golpeada por un impresionante temporal que descargó una significativa cantidad de agua en tan solo minutos, generando inundaciones, arrastrando autos y llevando a la evacuación de varias familias debido al crecimiento de los arroyos.
Durante toda la jornada del martes, la provincia experimentó fuertes precipitaciones, y para este miércoles, persistía un alerta meteorológico por fuertes tormentas y la posibilidad de caída de granizo. Este evento climático se produce apenas unos días después de otro temporal el 10 de enero, que, aunque de mayor magnitud, no había acumulado tanta agua.
Ariel Mamaní, Director General de Emergencias de Jujuy, explicó la magnitud del fenómeno: "Tenemos que pensar que son 40 litros de agua por metro cuadrado; no hay manera de que la tierra absorba esa cantidad de agua". Hasta las 21 horas del día anterior, ya se habían registrado más de 50 milímetros de lluvia, y la situación empeoró rápidamente.
El funcionario provincial señaló que la alerta naranja, indicativa de condiciones críticas, se activa a partir de los 70 milímetros. En este contexto, la población enfrentó desafíos significativos, con autos siendo arrastrados por la corriente y calles inundadas, llevando a la evacuación de varias familias afectadas por la crecida de los arroyos.
A pesar de las condiciones adversas, Mamaní informó que la mayoría de los afectados optó por quedarse en sus hogares, priorizando la protección de sus pertenencias. "Las familias afectadas son muchísimas; hay gente que sufrió daños en sus viviendas pero no se quiso evacuar", destacó el Director General de Emergencias.
La situación meteorológica seguía siendo preocupante, ya que persistía el alerta por tormentas y la posibilidad de granizo. Las autoridades locales están trabajando en la respuesta a las emergencias y en la asistencia a los afectados, destacando la importancia de la precaución y la colaboración comunitaria en momentos de crisis climáticas como esta.
Durante toda la jornada del martes, la provincia experimentó fuertes precipitaciones, y para este miércoles, persistía un alerta meteorológico por fuertes tormentas y la posibilidad de caída de granizo. Este evento climático se produce apenas unos días después de otro temporal el 10 de enero, que, aunque de mayor magnitud, no había acumulado tanta agua.
Ariel Mamaní, Director General de Emergencias de Jujuy, explicó la magnitud del fenómeno: "Tenemos que pensar que son 40 litros de agua por metro cuadrado; no hay manera de que la tierra absorba esa cantidad de agua". Hasta las 21 horas del día anterior, ya se habían registrado más de 50 milímetros de lluvia, y la situación empeoró rápidamente.
El funcionario provincial señaló que la alerta naranja, indicativa de condiciones críticas, se activa a partir de los 70 milímetros. En este contexto, la población enfrentó desafíos significativos, con autos siendo arrastrados por la corriente y calles inundadas, llevando a la evacuación de varias familias afectadas por la crecida de los arroyos.
A pesar de las condiciones adversas, Mamaní informó que la mayoría de los afectados optó por quedarse en sus hogares, priorizando la protección de sus pertenencias. "Las familias afectadas son muchísimas; hay gente que sufrió daños en sus viviendas pero no se quiso evacuar", destacó el Director General de Emergencias.
La situación meteorológica seguía siendo preocupante, ya que persistía el alerta por tormentas y la posibilidad de granizo. Las autoridades locales están trabajando en la respuesta a las emergencias y en la asistencia a los afectados, destacando la importancia de la precaución y la colaboración comunitaria en momentos de crisis climáticas como esta.
