
La ministra de Seguridad lamentó el fracaso de la Ley Ómnibus y pidió "animarse a dar el paso del cambio".

(NA) - La titular del Ministerio de Seguridad, Patricia Bullrich, expresó su descontento por el revés sufrido en la Cámara de Diputados con la Ley Ómnibus, criticando la falta de avance en las negociaciones y lamentando la persistencia de intereses que obstaculizan el progreso del país.
Durante su participación en el programa "Arizona", conducido por Ari Paluch en Rock and Pop, Bullrich denunció la prevalencia de intereses particulares sobre el bien común, señalando que "en la Argentina hay oportunidades para todos los negocios", lo cual dificulta los esfuerzos por impulsar cambios significativos.
En un llamado a la acción, la ministra instó a la sociedad a tomar el desafío del cambio con valentía, advirtiendo sobre las consecuencias de persistir en el statu quo ante la crisis económica, social y educativa que atraviesa el país. "¿Queremos seguir viviendo así o nos animamos a cambiar? Hay que animarse a dar ese paso del cambio", enfatizó.
Luego del traspié del Gobierno en el ámbito legislativo, Bullrich apuntó hacia aquellos sectores que, según ella, se resisten al cambio y buscan perpetuar la situación actual. En este contexto, se refirió al proyecto del diputado nacional Gerardo Milman de convocar a una consulta popular sobre la Ley Ómnibus como una alternativa para superar los obstáculos en el Congreso.
Respecto de las críticas recibidas por el uso de elementos como el gas pimienta por parte de las fuerzas de seguridad, la ministra defendió su empleo, asegurando que está dentro de los parámetros legales. Ante los cuestionamientos de organizaciones de derechos humanos, Bullrich destacó la necesidad de mantener el foco en los problemas centrales, rechazando distracciones que buscan desviar la atención de los verdaderos desafíos que enfrenta el país.
Por último, la ministra advirtió sobre la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran las fuerzas de seguridad en diversas regiones del país y anticipó la posibilidad de que se les permita utilizar armamento en zonas fronterizas, como medida para fortalecer su capacidad de respuesta.