El gobierno encabezado por Javier Milei confirmó la propuesta del juez federal Ariel Lijo para cubrir la vacante en la Corte Suprema, ocupando así el quinto lugar tras la salida de Elena Highton de Nolasco. Además, anunció la nominación de Manuel García-Mansilla para reemplazar a Juan Carlos Maqueda, quien cumplirá 75 años en diciembre.
A través de un comunicado de prensa emitido por la Oficina del Presidente, la administración libertaria informó que el mandatario "de acuerdo con la modificación del Decreto 222/2003 que será publicada en las próximas horas, ha tomado la determinación de nominar al Dr. Manuel García-Mansilla para reemplazar al actual juez de la Corte Suprema de la Nación, Juan Carlos Maqueda, quien cumple 75 años el próximo 29 de diciembre y deberá dejar su cargo en esa fecha, según lo establece la ley”.
El decreto, cuyo contenido aún se desconoce, permitirá que los trámites de designación puedan iniciarse antes de que se haga efectiva la vacante a cubrir.
El comunicado expresó la gratitud del Poder Ejecutivo por la destacada labor del Dr. Maqueda y resaltó su extensa trayectoria en los tres poderes del Estado Nacional y en la Provincia de Córdoba. Se reconoció especialmente su valiosa participación como Juez de la Corte Suprema de Justicia durante veinte años.
Asimismo, se confirmó la designación de Ariel Lijo con la intención de ocupar la vacante en el máximo tribunal tras la salida de Elena Highton de Nolasco en noviembre de 2021.
“Ambas nominaciones permitirán restablecer el número de ministros de la Corte Suprema a cinco”, destacaron desde la administración libertaria.
Se señaló que Lijo actualmente se desempeña como Juez Federal de la Nación y se ha destacado en su carrera judicial en el ámbito penal, mientras que a García-Mansilla se le calificó como "un prestigioso académico con sólida formación en derecho constitucional".
Para el Gobierno, estos cambios representan "los principios de la Constitución de Alberdi que hicieron grande nuestro país". Sin embargo, resaltaron que estos cambios no serán permanentes a menos que cuenten con una Justicia que defienda los valores de la vida, la libertad y la propiedad de los argentinos.
Tras la presentación, ambos candidatos deberán obtener el respaldo del Senado para desempeñarse como jueces de la Corte.