La Universidad de Buenos Aires (UBA) ha iniciado una campaña de recolección de firmas en contra del recorte presupuestario impuesto por el gobierno de Javier Milei. Este recorte pone en riesgo el funcionamiento de la UBA y de otras universidades públicas en todo el país.
Bajo el lema "Cuidemos lo que funciona", la UBA ha difundido un petitorio a través de sus redes sociales, alertando sobre las dificultades provocadas por la decisión gubernamental de mantener el presupuesto para 2024 al mismo nivel que el del año anterior, a pesar de una inflación anual del 276 por ciento.
La universidad advierte que un presupuesto sin actualizar resultará en "menos clases, menos calidad académica, menos edificios, menos becas, menos servicios en los centros de salud universitarios, menos investigación científica, menos seguridad en las facultades y menos posicionamiento en rankings internacionales".
Además, señala que durante 2023 el financiamiento estatal equivalió a solo 1.123 dólares al año por alumno/a, mientras que otras universidades como la Universidad Nacional Autónoma de México invirtieron 7.968 dólares al año por estudiante y la Universidad de San Pablo destinó un promedio de 15.000 dólares anuales por alumno.
Esta situación no afecta únicamente a la UBA, sino que se replica en el resto de las universidades del país.
Los rectores y rectoras, reunidos en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), ya habían advertido a fines de febrero sobre la situación "crítica" del sistema universitario público nacional. Si no se incrementa el presupuesto, advirtieron que el pleno funcionamiento de las instituciones se verá seriamente afectado.
El pasado 14 de marzo, se llevó a cabo un paro nacional universitario en reclamo de un aumento salarial para los docentes y contra el congelamiento presupuestario que amenaza con paralizar las universidades nacionales a mitad de año, según denuncias de los sindicatos de profesores y trabajadores universitarios.
A pesar del anuncio del Gobierno de un aumento del 70% en el presupuesto para gastos de funcionamiento de las universidades, destinado a enfrentar el aumento de tarifas de servicios, este incremento tiene un impacto limitado, ya que la mayor parte del presupuesto se destina a salarios docentes.
Fuente: somostelam.com.ar