El Congreso está envuelto en una atmósfera de incertidumbre mientras el debate sobre la Ley Ómnibus se retrasa y genera malestar entre las distintas facciones políticas. El cronograma originalmente planeado por Casa Rosada se desvanece en el aire, y nadie parece creer que se logrará dictaminar el proyecto la próxima semana. El paquete fiscal ni siquiera ha sido presentado en la Cámara de Diputados, y las negociaciones con los gobernadores todavía están en curso.
La situación se complica aún más por la división interna en La Libertad Avanza, lo que agrega más dificultades a los intentos de llegar a un consenso. Aunque hay voluntad entre la oposición más oficialista de acompañar la nueva ley propuesta por Javier Milei, hay dudas sobre si el oficialismo está lo suficientemente enfocado como para lograr un acuerdo antes de la fecha límite del 25 de mayo.
El quiebre en el bloque libertario ha exacerbado las tensiones y ha dejado a los políticos con una sensación de frustración. Los desacuerdos internos y los cambios de liderazgo han provocado una serie de situaciones complicadas, desde la disputa por la presidencia de la comisión de Juicio Político hasta la creación de nuevos bloques independientes.
Los planes iniciales del gobierno para comenzar el debate sobre la Ley Ómnibus y el paquete fiscal la próxima semana parecen cada vez más improbables. Mientras tanto, algunos sectores de la oposición están preocupados por ciertos artículos del proyecto de ley, como el artículo 70, que otorga al Poder Ejecutivo la facultad de derogar o modificar leyes que puedan distorsionar el mercado. Además, la privatización de empresas públicas sigue siendo un tema controvertido.
El peronismo, por su parte, vigila de cerca los retrasos, preparándose para aprovechar cualquier oportunidad de rechazar el DNU cuando se presente la ocasión. Mientras tanto, las diferentes facciones políticas buscan establecer sus posiciones en torno a los temas clave de la reforma, como las facultades delegadas y la reforma laboral.
A medida que el tiempo avanza, la posibilidad de voltear el DNU se convierte en un objetivo para el peronismo y otros grupos, quienes buscan aprovechar la situación antes de que el debate sobre la Ley Ómnibus se intensifique. Los próximos días serán cruciales para determinar si el gobierno puede superar estos obstáculos políticos y avanzar con su agenda legislativa.