Una tragedia estremeció a Necochea en la madrugada del último martes. Dos jóvenes, Lautaro Daniel Desinder y Erik Nahuel Somoza Cejas, perdieron la vida instantáneamente luego de colisionar de frente mientras participaban en una picada ilegal. El fatídico suceso ocurrió alrededor de las 00:30 horas, en la intersección de la Av. Jesuita Cardiel y Circunvalación de la vecina ciudad, cerca del río Quequén.
Según informaron fuentes judiciales, ninguno de los fallecidos llevaba casco. Las motocicletas involucradas en el accidente eran una Gilera modelo VC sin patente y una moto marca Honda, modelo Tornado 250cc, con la matrícula visible. Las víctimas, de 19 y 21 años respectivamente, se encontraban a bordo de estos vehículos.
De acuerdo a testimonios presenciales, ambos jóvenes circulaban a alta velocidad y no solo participaban en picadas, sino que también realizaban maniobras peligrosas. Ambos se autodenominaban "fierreros" y solían exhibir en redes sociales la arriesgada conducción que practicaban con las motos.
La causa está siendo investigada por la Unidad Fiscal de Instrucción N°1 de Necochea, a cargo del fiscal Esteban Cipolletti.
El problema de las picadas ilegales es una preocupación creciente entre los habitantes de la ciudad. Anteriormente, los jóvenes solían congregarse en la Avenida 2, frente al antiguo casino de Necochea, pero recientemente han trasladado estas actividades a la zona de la Av. Jesuita Cardiel, en el límite con la ciudad de Quequén.
Hasta la fecha, se han registrado cinco muertes y varios accidentes de moto similares en esta área, todas ellas con víctimas menores de 24 años. Se espera que este trágico incidente sirva para concienciar a la comunidad sobre los riesgos de la imprudencia al conducir y las graves consecuencias que puede acarrear tanto para los conductores como para terceros.