
En el corazón del Bajo porteño, la figura de Eva Perón irradia un legado imborrable mientras la tarde del viernes se ilumina con el rostro de la abanderada de los humildes desde la fachada de la CGT. A 72 años de su paso a la inmortalidad, la memoria de Evita sigue resonando profundamente en la comunidad, especialmente en tiempos de incertidumbre política.
La imagen de Eva Perón, retratada como una mujer dulce y bella, lleva un mensaje grabado a fuego: "Volveré y seré millones", una declaración tan poderosa como la propia Eva. En la esquina de Azopardo e Independencia, sus seguidores se congregan para rendir homenaje en una marcha organizada por la Juventud Sindical de la central obrera.
"Hay que venir a recordar a Evita porque era el alma del peronismo. Ella fue amada y odiada, pero nunca pasó desapercibida, es eterna", comenta Dora, una jubilada presente en la marcha de antorchas, distribuyendo estampitas de la "santa del pueblo". Para ella, mencionar a Evita en estos tiempos es un símbolo de resistencia contra las adversidades.
Paula, militante de ATSA, señala la importancia de Eva Perón en la historia de las mujeres argentinas y latinoamericanas: "Ella luchó por nuestros derechos y no vamos a permitir que los entreguen". En el contexto actual, con un panorama político desafiante, los derechos adquiridos son motivo suficiente para la movilización y la defensa activa.
La columna avanza sin prisa pero sin pausa por Azopardo hacia la Catedral Metropolitana, donde las velas arden con el rostro de la patrona de los más desfavorecidos. La noche se ilumina con el fervor de quienes siguen el legado de justicia social de Eva Perón, un faro de esperanza en tiempos turbulentos.
Eugenia, docente en lucha y militante de Sapod, expresa la necesidad de continuar la lucha por la justicia social, comparando la resistencia actual con la perseverancia de Eva y Perón en su época. Para ella, la política de confrontación de figuras como Milei representa una amenaza directa al proyecto nacional y popular iniciado por Evita.
"A pesar de los desafíos y las adversidades, seguimos firmes. Evita nos enseñó a perseverar incluso en los momentos más difíciles", afirma Carlos, un trabajador en el gremio de las actividades deportivas y civiles, cuyo compromiso con la causa peronista es tan fuerte como un lazo familiar.
En un momento donde la memoria histórica y la defensa de los derechos adquiridos están en el centro del debate, la figura de Eva Perón sigue siendo un símbolo de resistencia y unidad para muchos argentinos. A través de marchas, homenajes y gestos de solidaridad, su legado continúa inspirando a nuevas generaciones a mantener viva la llama de la justicia social y la inclusión.
