
Vecinos del Barrio Terminal de la ciudad de Necochea llevan adelante intensas protestas debido a la falta de suministro eléctrico, situación que se agravó tras una obra de renovación realizada por la Usina Popular Cooperativa (UPC) ya que al colocar una nueva línea, quienes estaban "enganchados" al antiguo cableado quedaron sin el servicio. La situación comenzó el miércoles, cuando los residentes bloquearon varias calles, incluyendo la Avenida 43, y encendieron neumáticos en la Terminal de Ómnibus, interrumpiendo el ingreso y egreso de micros.
Según consignó el portal Diario Cuatro Vientos, la problemática surgió tras la desconexión de una línea eléctrica antigua que abastecía a algunos hogares que se encontraban conectados de manera irregular, lo que dejó a muchas familias sin energía. La obra, que implicó una inversión significativa para modernizar el servicio eléctrico, tenía como fin mejorar la infraestructura del barrio, pero la desconexión generó un descontento generalizado entre los vecinos de ese sector.
El conflicto se complica por la falta de pago de la Municipalidad de Necochea a la UPC, que le adeuda ocho de los doce certificados correspondientes a trabajos previos. Esto ha derivado en un estancamiento de la obra de urbanización del barrio, en el marco del programa nacional Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP), lo que ha dejado a los residentes sin una solución a largo plazo.
A medida que las protestas se intensificaron, los vecinos se trasladaron este viernes a las puertas del Palacio Municipal, bloqueando la calle 56. Durante la manifestación, exigieron la presencia del intendente Arturo Rojas y de funcionarios del área de Desarrollo Social, demandando respuestas inmediatas a su situación. Los residentes acordaron levantar el corte de calle tras dialogar con el secretario de Gobierno, Jorge Martínez, pero anunciaron que mantendrían su presencia en la plaza hasta que se inicie la instalación de nuevos medidores y torres de energía.
La tensión entre los vecinos y las autoridades municipales aumenta, y los residentes han dejado claro que no cesarán en sus reclamos hasta que se regularice el servicio eléctrico. Además, han enfatizado que su lucha va más allá de la falta de electricidad; buscan el respeto a sus derechos y una solución definitiva a su situación.