

No hay adjetivos suficientes para calificar lo que vivió durante ocho años una joven identificada como J., en la localidad bonaerense de Agustín Ferrari. Según la justicia, la niña, hoy de 17, sufrió abuso de su madre y el aval de la misma para que su padrastro la violara cada que vez que quería.
Además, la mujer también la obligó a prostituirse a la menor en su propia casa con varios hombres para filmarla para luego difundir y comercializar el material en redes sociales y sitios porno.
En la madrugada de este jueves, ambos sujetos fueron detenidos por la DDI de Morón, con una causa en su contra a cargo de la UFI N° 10 del partido al oeste del conurbano. Según Infobae, la niña fue sometida entre los 8 y 16 años, hasta que finalmente pudo escapar y hacer la denuncia.
Dentro de la investigación, a cargo de la fiscal Paula Hondeville, la víctima relató una atroz historia de abuso que arruinó su infancia y adolescencia. Cuando apenas era una niña, el sujeto la violó varias veces en la localidad de Mariano Acosta donde vivían, con una serie de amenazas para ejercer poder sobre la menor.
"Sos mi putita, mi trola y mi mujer. Sos toda mía", de esa manera se dirigia el abusador. Además, le recordó que "la había recorrido toda, como un mapa". En otra oportunidad, J. le contó a la justicia que su mamá la había besado en los labios, con la excusa de que "así se saludaban a los hijos".
Las humillaciones y esta oscura historia continuaron cuando se mudaron a la ciudad de Agustín Ferrari, donde el hombre volvió a ejercer violencia y la abusó sexualmente al menos tres veces más. Por su parte, la madre daba permiso al accionar del hombre y cuando "su hija se los contaba a su madre, ésta no le creía o le pegaba; (...) le decía que "ella debía satisfacerlo", obligándola a realizarlo (el acto sexual), mediante amenazas de golpear a sus hermanos", detalló un documento de la causa.
El aberrante accionar de su madre no quedó ahí: según la causa, la mujer llegó a besar los pechos de la niña mientras el padrastro, supuestamente, la violaba.
No solo fueron sus abusadores, sino que actuaron también de proxenetas, permitiendo el ingreso de hombres a la casa para prostituir a la menor, en medio de golpes, amenazas y hasta consumo forzado de droga.
Allí, le tomaron fotos utilizando prendas de lencería erótica y produjeron videos que documentaban encuentros sexuales explícitos. Este material fue distribuido y comercializado en redes sociales y sitios porno. Tres años atrás, la niña se fugó y las amenazas llegaron por chat: "Volvé acá donde pertenecés, cumplí el contrato o pobre de tus hermanos", decía una de las advertencias.
Los informes médicos justifican el relato de la víctima y evidencian el daño físico sufrido por la menor, sus cicatrices demuestran que los abusos iniciaron a una edad temprana. Se suman análisis de varios hospitales como el Hospital Garrahan y el Ricardo Gutiérrez, que detallaron no solo lesiones físicas, sino también trastornos alimenticios y psicológicos severos.
Ademas, le habrían practicado una serie de abortos, en condiciones precarias, con un riesgo claro de vida.
El Juzgado de Garantías N° 1 de Morón, gracias a las pruebas aportadas por fiscalía, avaló el allanamiento y la detención de la madre y el padrastro de J. En el lugar se encontraron celulares, tablets, computadoras, sistemas de almacenamiento de datos como pendrives, discos rígidos externos, DVDs y CDs, así como filmadoras, cámaras fotográficas y sus baterías, que podrán ser peritados.
Los sujetos fueron imputados por los delitos de abuso sexual y corrupción de menores agravada por la edad de la víctima menor de 13 años, así como la promoción o facilitación de la prostitución de una menor.
Además, la mujer también la obligó a prostituirse a la menor en su propia casa con varios hombres para filmarla para luego difundir y comercializar el material en redes sociales y sitios porno.
En la madrugada de este jueves, ambos sujetos fueron detenidos por la DDI de Morón, con una causa en su contra a cargo de la UFI N° 10 del partido al oeste del conurbano. Según Infobae, la niña fue sometida entre los 8 y 16 años, hasta que finalmente pudo escapar y hacer la denuncia.
Dentro de la investigación, a cargo de la fiscal Paula Hondeville, la víctima relató una atroz historia de abuso que arruinó su infancia y adolescencia. Cuando apenas era una niña, el sujeto la violó varias veces en la localidad de Mariano Acosta donde vivían, con una serie de amenazas para ejercer poder sobre la menor.
"Sos mi putita, mi trola y mi mujer. Sos toda mía", de esa manera se dirigia el abusador. Además, le recordó que "la había recorrido toda, como un mapa". En otra oportunidad, J. le contó a la justicia que su mamá la había besado en los labios, con la excusa de que "así se saludaban a los hijos".
Las humillaciones y esta oscura historia continuaron cuando se mudaron a la ciudad de Agustín Ferrari, donde el hombre volvió a ejercer violencia y la abusó sexualmente al menos tres veces más. Por su parte, la madre daba permiso al accionar del hombre y cuando "su hija se los contaba a su madre, ésta no le creía o le pegaba; (...) le decía que "ella debía satisfacerlo", obligándola a realizarlo (el acto sexual), mediante amenazas de golpear a sus hermanos", detalló un documento de la causa.
El aberrante accionar de su madre no quedó ahí: según la causa, la mujer llegó a besar los pechos de la niña mientras el padrastro, supuestamente, la violaba.
No solo fueron sus abusadores, sino que actuaron también de proxenetas, permitiendo el ingreso de hombres a la casa para prostituir a la menor, en medio de golpes, amenazas y hasta consumo forzado de droga.
Allí, le tomaron fotos utilizando prendas de lencería erótica y produjeron videos que documentaban encuentros sexuales explícitos. Este material fue distribuido y comercializado en redes sociales y sitios porno. Tres años atrás, la niña se fugó y las amenazas llegaron por chat: "Volvé acá donde pertenecés, cumplí el contrato o pobre de tus hermanos", decía una de las advertencias.
Los informes médicos justifican el relato de la víctima y evidencian el daño físico sufrido por la menor, sus cicatrices demuestran que los abusos iniciaron a una edad temprana. Se suman análisis de varios hospitales como el Hospital Garrahan y el Ricardo Gutiérrez, que detallaron no solo lesiones físicas, sino también trastornos alimenticios y psicológicos severos.
Ademas, le habrían practicado una serie de abortos, en condiciones precarias, con un riesgo claro de vida.
El Juzgado de Garantías N° 1 de Morón, gracias a las pruebas aportadas por fiscalía, avaló el allanamiento y la detención de la madre y el padrastro de J. En el lugar se encontraron celulares, tablets, computadoras, sistemas de almacenamiento de datos como pendrives, discos rígidos externos, DVDs y CDs, así como filmadoras, cámaras fotográficas y sus baterías, que podrán ser peritados.
Los sujetos fueron imputados por los delitos de abuso sexual y corrupción de menores agravada por la edad de la víctima menor de 13 años, así como la promoción o facilitación de la prostitución de una menor.
Fuente: El Bonaerense.