
Más del 75% del girasol ya fue cosechado en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, con rendimientos que superan las expectativas iniciales. En promedio, se alcanzan los 2.300 kilos por hectárea, lo que representa un aumento del 5% al 17% respecto de los valores registrados en las últimas cinco y diez campañas, respectivamente.
Así lo indicó Carolina Troglia, referente de la Red de Girasol del INTA Balcarce, quien además brindó detalles sobre el estado sanitario de los cultivos. Según explicó, “la mayoría de los lotes presentó alta incidencia de mancha foliar”, provocada principalmente por el hongo Alternaria, con síntomas que abarcan entre un 3% y un 25% del área foliar afectada.
También se detectó la presencia del llamado “escudo negro” del tallo, asociado a infecciones por Phoma, otro patógeno que impacta en la salud de la planta.
En relación con otras enfermedades, Troglia señaló que se observaron lotes afectados por Diaporthe sp, con síntomas tanto en el tallo —a través del cancro del tallo— como en el capítulo, donde se manifiesta la podredumbre seca. La especialista precisó que en la zona costera se registró una mayor severidad del cancro del tallo, mientras que en áreas más continentales predominó la podredumbre del capítulo.
En cuanto a la calidad del grano, aún se aguardan los resultados de los análisis de materia grasa, que permitirán determinar si las altas temperaturas durante el llenado de granos impactaron negativamente en su composición final.