

Una nueva polémica sacude el escenario político de Balcarce. El Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) presentó una denuncia formal contra el concejal de La Libertad Avanza, Ángel Enrique Guillén, a quien acusan de protagonizar situaciones de acoso laboral hacia empleados municipales que desempeñan funciones en el edificio de calle 17, donde funcionan el Registro Civil, el Juzgado de Faltas y otras dependencias.
Según la nota enviada al secretario de Gobierno, Ricardo Stoppani, y firmada por la secretaria gremial del STM, María Laura Troppiani, el edil habría ingresado de manera intempestiva en reiteradas ocasiones al edificio, profiriendo frases como “son vagos” y amenazas relacionadas con la continuidad laboral de los trabajadores y sus familias, advirtiendo incluso que “no va a quedar nadie en esta oficina cuando seamos gobierno”.
La denuncia, acompañada por la firma de cinco empleados municipales, sostiene que estos episodios afectan la integridad psicológica y emocional del personal, y se amparan en el artículo 190 del Convenio de la OIT, que contempla la protección frente a situaciones de violencia en el ámbito laboral. El sindicato solicitó a las autoridades que se tomen medidas para evitar la repetición de estos hechos, aclarando que no han tenido conflictos similares con otros representantes del Concejo.
Frente a esta acusación, el concejal Guillén brindó este miércoles su versión de los hechos. Negó de manera tajante las imputaciones y anunció que iniciará acciones legales por calumnias e injurias contra Troppiani y contra quienes firmaron el documento. “Nos vamos a ver en sede judicial”, expresó con firmeza.
Guillén explicó que el conflicto se originó tras una conversación informal mantenida en los pasillos del edificio municipal, donde manifestó su apoyo a las políticas de reducción del Estado impulsadas por el gobierno nacional. Según su versión, sus palabras fueron descontextualizadas con intencionalidad política. "Me molesta profundamente que se haya involucrado a trabajadores que no tienen nada que ver", afirmó, al tiempo que aseguró haber conversado con empleados del lugar para aclarar la situación.
“No me voy a mover ni un milímetro de mi pensamiento”, sentenció Guillén, reafirmando su postura ideológica. “Esto va a tener consecuencias judiciales. Voy a redoblar la apuesta”, concluyó.
Lo cierto es que la controversia se produce en un contexto enrarecido. Fuentes consultadas por Sudestada señalaron que detrás de esta acusación podría haber una maniobra política orquestada desde el STM, alineado con el exconcejal Gabriel Petruccelli. Guillén y Petruccelli compartieron filas en el Frente Renovador (espacio comandado por Sergio Massa), pero su relación se rompió abruptamente, y desde entonces mantienen marcadas diferencias políticas.
El hecho de que Petruccelli suene como posible candidato en las próximas elecciones legislativas agrega un matiz que invita, cuanto menos, a la suspicacia.