

Ante la inminente llegada a Balcarce de Hugo Mazzacane, presidente de la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC), y Roberto Argento, director de Planificación y Obras en Autódromos, las tareas en el Autódromo Municipal "Juan Manuel Fangio" habrían tomado un ritmo frenético desde este jueves. Sin embargo, la falta de información clara sobre el avance real de las obras y el manejo de los fondos públicos —que superan los 1200 millones de pesos— sigue generando desconfianza.
Según pudo conocer Sudestada, en las últimas horas comenzó la demolición de un paredón de contención que colapsó por falta de una base adecuada, un error que refleja fallas en la planificación inicial. Para cumplir con los plazos, varias máquinas retroexcavadoras fueron movilizadas en modo contrarreloj para retirar los escombros, un panorama que contrasta con la lentitud que caracterizó al proyecto durante prácticamente dos años.
Inversión millonaria, pero ¿avances reales?
Las obras de puesta en valor del autódromo, financiadas en su totalidad por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, son ejecutadas bajo la responsabilidad de la Municipalidad de Balcarce. Sin embargo, pese a los anuncios triunfalistas de las autoridades locales desde 2024 —que incluso prometieron una carrera inaugural de nivel nacional—, el porcentaje de avance concreto de los trabajos sigue siendo un misterio. Nadie explica cuánto dinero se ha gastado hasta ahora ni cuánto falta para la finalización.La visita de Mazzacane y Argento, cuyo objetivo oficial es "evaluar el estado de las obras", parece haber funcionado más como un disparador para acelerar acciones pendientes que como una revisión técnica programada. Esto plantea serias dudas: ¿por qué solo ahora se actúa con urgencia? ¿Qué ocultan los informes que no son compartidos con la ciudadanía?
Opacidad en el manejo de fondos
Los 1200 millones de pesos destinados como inversión en el autódromo representan un compromiso importante del erario público, pero la falta de transparencia en las contrataciones y el control de los trabajos alimenta sospechas. ¿Quiénes son los contratistas? ¿Cómo se justifican los gastos? ¿En qué porcentaje se encuentran culminadas las obras? Estas preguntas, hasta ahora, carecen de respuestas claras.Mientras las máquinas trabajan a toda marcha para impresionar a los visitantes, los vecinos de Balcarce y los fanáticos del automovilismo merecen saber la verdad detrás de las promesas. Reinaugurar el circuito con una categoría de nivel nacional sería un logro, pero no puede construirse sobre cimientos de opacidad.
El reloj sigue corriendo, y con él, la deuda de explicaciones.