

En una entrevista brindada al programa "Balcarce Vox" que cada sábado emite FM Ebeneser, Francisco Ridao, referente de la Unión Cívica Radical (UCR) en Balcarce y secretario de Hacienda municipal, dejó en evidencia la tensión que atraviesa su partido: la posibilidad de aliarse con Libertad Avanza (LLA), un espacio cuyos máximos dirigentes han descalificado públicamente al radicalismo y promovido un discurso confrontativo y autoritario. Esta situación ya había sido adelantada por Sudestada, incluso antes de la visita de Mauricio Macri a la ciudad de Balcarce.
Cuando el entrevistador le recordó que el presidente Javier Milei y otros referentes de LLA han insultado reiteradamente a la UCR —llegando a tildarlos de "inútiles", "traidores" y parte de "la casta"—, Ridao evitó una condena clara. En cambio, argumentó que lo importante es "mantener la identidad radical" y evaluar acuerdos en función de proyectos compartidos.
La contradicción salta a la vista: ¿Cómo puede un partido histórico como la UCR, que se presenta como defensor de las instituciones y el diálogo, sentarse a negociar con un movimiento que ha normalizado la agresión verbal, el descrédito a la oposición e incluso la estigmatización de los jubilados y sectores vulnerables?
El pragmatismo vs. los principios
Ridao reconoció que, en Balcarce, cualquier alianza con LLA dependerá de lo que se decida a nivel provincial. Sin embargo, su postura genera preguntas incómodas:- ¿Es posible un acuerdo programático con un espacio que ha demonizado a sus posibles socios?
- ¿Qué costo político pagará la UCR si legitima a un sector que ataca los pilares del republicanismo?
El entrevistador insistió: "¿No te hace ruido aliarte con quienes hambrean y apalean a los jubilados, y difunden mensajes de odio?" Ridao esquivó el fondo de la cuestión, limitándose a decir que lo clave es "tener un proyecto claro". Pero la realidad es que, en el Congreso y en las calles, LLA ha impulsado políticas y retóricas que chocan frontalmente con los valores tradicionales del radicalismo.
Capital vs. Provincia: Doble estándar
Ridao destacó que en CABA no hubo acuerdo entre PRO, UCR y LLA, lo que llevó a que compitieran por separado. Sin embargo, en Balcarce, la puerta sigue abierta. Esta diferencia expone una fractura en la coherencia política: si en la ciudad más grande del país tanto el radicalismo como el PRO consideraron inviable un pacto con LLA, ¿por qué en el interior podría ser aceptable?¿Oportunismo o supervivencia?
La UCR enfrenta un desafío existencial:- Si se alía con LLA, arriesga diluir su identidad y validar un discurso que la ha vapuleado.
- Si rechaza la coalición, puede quedar aislada en un escenario donde el antiperonismo se divide.
Ridao no dio respuestas definitivas, pero su ambivalencia refleja la encrucijada de un partido que, atrapado entre el pragmatismo y sus principios, parece dispuesto a negociar incluso con quienes lo desprecian. La pregunta que queda flotando es: ¿A qué precio?
Este análisis no solo pone en evidencia las tensiones internas de la UCR, sino que también interpela al electorado: ¿aceptará una alianza con quienes han hecho de la confrontación y el insulto su marca política?