
Este jueves, en el marco de las festividades por el Día de San Cayetano, la ciudad de Balcarce vivió una jornada marcada por la fe, la esperanza y el agradecimiento. A pesar del frío que se sintió durante todo el día, decenas de vecinos se acercaron a la capilla de San Cayetano, ubicada sobre la avenida Eva Perón, para rendir homenaje al santo reconocido como patrono del pan y del trabajo.
La jornada comenzó en horas de la tarde con una emotiva procesión por las calles aledañas, donde la imagen del santo fue llevada en andas por fieles que, con velas encendidas y cánticos, manifestaron su devoción. A lo largo del recorrido se escucharon plegarias por las familias, por quienes buscan empleo y por quienes atraviesan momentos de dificultad, manteniendo viva una tradición que une a generaciones.
Finalizada la procesión, se celebró la segunda misa del día, presidida por el cura párroco Pablo Etchepareborda, en la que se elevaron oraciones pidiendo pan en las mesas, trabajo digno y unidad en los hogares. El sacerdote recordó la figura de San Cayetano de Thiene, nacido en Italia en 1480, quien dedicó su vida a ayudar a los más necesitados y se convirtió en símbolo de solidaridad y esperanza para millones de creyentes en todo el mundo.

La comunidad balcarceña, en un clima de recogimiento y gratitud, renovó su compromiso espiritual, reafirmando que esta fecha no es solo una tradición religiosa, sino también un llamado a la solidaridad y la ayuda mutua en tiempos difíciles.