El salón cincuentenario de la Sociedad Rural Argentina (SRA) de Balcarce fue testigo este miércoles de un encendido reclamo de los productores locales al Ejecutivo municipal. Con eje en el mal estado de los caminos rurales, la falta de mantenimiento y control, y la idoneidad de los funcionarios, la charla fue de menos a más y evidenció el desgaste de la relación productores-gobierno luego de más de 9 años de gestión.
La “Segunda Reunión Abierta de Caminos Rurales”, organizada por la SRA de Balcarce, tenía como objetivo dar continuidad a los debates iniciados en la primera edición de esta instancia abierta, realizada el 11 de junio de este año. En aquella ocasión, funcionarios e integrantes de la Cooperativa de Tandil y de la Comisión Vial Rural de Benito Juárez expusieron sus modelos de gestión de caminos rurales. Es que los productores locales, nucleados en la casi bicentenaria institución, consideran agotado el método de trabajo del gobierno de Esteban Reino para el mantenimiento y mejoramiento de la traza rural en el partido de Balcarce. Y así se lo hicieron saber anoche.
Sentados frente a la audiencia, en lo que parecía ser una conferencia de prensa (de esas en las que los directores técnicos deben dar la cara luego de una goleada) se encontraban Leandro Spinelli, actual concejal oficialista, Gustavo Torres, secretario de Obras Públicas, y el abogado Esteban Reino, Jefe comunal del distrito. Lo que comenzó tímidamente con un pedido de palabra para solicitar el ensanchamiento de los caminos pronto devino en una catarata de reclamos y acusaciones cada vez más incisivas, que los funcionarios tuvieron que soportar por alrededor de dos horas, sin atinar a defenderse demasiado.
El punto álgido de la noche comenzó con la intervención de una conocido productor ganadero que, papel en mano, pasó revista a un sinnúmero de observaciones sobre la mala gestión de los caminos rurales, cuestionando la superposición de tasas para los vecinos que tienen hacienda (pagan tasa vial, de marcación y guía) y dudando de la inversión real que se hacía en caminos rurales con la recaudación por dichos impuestos.
Pero sin duda lo que más resonó de su intervención fueron las palabras que dedicó al Secretario de Obras públicas, Gustavo Torres, en distintos pasajes de su alocución. A este le dijo, mirándolo fijamente: “Torres, perdoname pero no estás preparado para esto. No sos ingeniero civil, sos ingeniero electrónico. Quiero un ingeniero civil a cargo del mantenimiento de los caminos rurales”, y refiriéndose a la buena presentación de los representantes del modelo de Tandil en la reunión pasada, remató: “Tu explicación fue pobre, dió vergüenza”. Luego de fulminar al secretario, orientó sus palabras finales hacia el intendente municipal, con un tono de ultimátum: “Estamos aburridos de esperar y de pagar”, y aunque reconoció ser afiliado al partido radical desde 1983, cerró con un letal balance del gobierno de Reino en material agrícola: “Tu gestión es muy buena pero hay sectores que no van ni para atrás”. El orador finalizó su discurso entre los encendidos aplausos de sus colegas, los primeros de la noche.
Aquí, el Ejecutivo ensayó sus primeras respuestas. El Jefe comunal advirtió que “siempre han venido a dar la cara”, pero reconoció que hoy tienen “inconvenientes”. Argumentó que la tasa que cobra el municipio es de “conservación” y reconoció que “al municipio se le piden obras pero cada vez nos viene cada vez menos plata”. Apuntó sobre todo a las malas condiciones climáticas del último tiempo, con “200 mm de lluvias entre noviembre y diciembre” y puso reparos en los modelos alternativos que se presentaron en la anterior reunión abierta, ya que considera que “Tandil es muy caro” y el servicio en Benito Juárez tiene la facilidad del acceso a tosca “al lado” de los caminos.
Luego del descargo gubernamental, continuaron los fuertes cuestionamientos. Un vecino vinculado a la actividad rural, también con papel en mano pero esta vez con números extraídos del RAFAM (sistema de presupuesto y contabilidad del municipio), puso en duda la inversión real en la reparación de caminos, pues en 2024 figuraban 1640 millones de recaudación contra 690 invertidos al fin citado. “En mi época esto tenía otro nombre: desvío de fondos”, alertó el vecino, aunque aclaró que no quería “pensar mal” de la actual gestión municipal.
Otro productor, a la sazón candidato a concejal por la Libertad Avanza, también recogió el guante, explicando que en otras localidades con menor recaudación se llega a mejores resultados, por el tipo de trabajo que realizan. Puntualizó en el desconocimiento de los operarios y encargados de las obras de reparación, preguntando “¿De qué sirve tener máquinas cero kilómetro si no las saben operar?”.
El tema maquinarias dió un nuevo impulso a la catarata de críticas, y se pidió celeridad para su arreglo en caso de rotura, ya que no podían “estar tres meses para arreglar una máquina”. Otro de los productores, hablándole directamente a Reino, dió a entender que con voluntad podrían hacerlo de manera expeditiva, “si se aprueban las cosas antes de que lleguen al Concejo, ya que tenés la escribanía y te aprueban todo”, ironizó.
A su turno, Spinelli intentó poner paños fríos al asunto, recordando la herencia recibida del anterior gobierno municipal e intentando mostrarse comprensivo con las demandas de los productores, aunque declaró que “contar con la persona adecuada no es forma sencilla”, en clara alusión a las palabras de uno de los oradores de la noche sobre las aptitudes de Gustavo Torres, añadiendo además que ellos basaban su trabajo en Rubén Luna, funcionario con quien no pueden contar actualmente debido a problemas de salud que está atravesando.
Aquí, el Ejecutivo ensayó sus primeras respuestas. El Jefe comunal advirtió que “siempre han venido a dar la cara”, pero reconoció que hoy tienen “inconvenientes”. Argumentó que la tasa que cobra el municipio es de “conservación” y reconoció que “al municipio se le piden obras pero cada vez nos viene cada vez menos plata”. Apuntó sobre todo a las malas condiciones climáticas del último tiempo, con “200 mm de lluvias entre noviembre y diciembre” y puso reparos en los modelos alternativos que se presentaron en la anterior reunión abierta, ya que considera que “Tandil es muy caro” y el servicio en Benito Juárez tiene la facilidad del acceso a tosca “al lado” de los caminos.
Luego del descargo gubernamental, continuaron los fuertes cuestionamientos. Un vecino vinculado a la actividad rural, también con papel en mano pero esta vez con números extraídos del RAFAM (sistema de presupuesto y contabilidad del municipio), puso en duda la inversión real en la reparación de caminos, pues en 2024 figuraban 1640 millones de recaudación contra 690 invertidos al fin citado. “En mi época esto tenía otro nombre: desvío de fondos”, alertó el vecino, aunque aclaró que no quería “pensar mal” de la actual gestión municipal.
Otro productor, a la sazón candidato a concejal por la Libertad Avanza, también recogió el guante, explicando que en otras localidades con menor recaudación se llega a mejores resultados, por el tipo de trabajo que realizan. Puntualizó en el desconocimiento de los operarios y encargados de las obras de reparación, preguntando “¿De qué sirve tener máquinas cero kilómetro si no las saben operar?”.
El tema maquinarias dió un nuevo impulso a la catarata de críticas, y se pidió celeridad para su arreglo en caso de rotura, ya que no podían “estar tres meses para arreglar una máquina”. Otro de los productores, hablándole directamente a Reino, dió a entender que con voluntad podrían hacerlo de manera expeditiva, “si se aprueban las cosas antes de que lleguen al Concejo, ya que tenés la escribanía y te aprueban todo”, ironizó.
A su turno, Spinelli intentó poner paños fríos al asunto, recordando la herencia recibida del anterior gobierno municipal e intentando mostrarse comprensivo con las demandas de los productores, aunque declaró que “contar con la persona adecuada no es forma sencilla”, en clara alusión a las palabras de uno de los oradores de la noche sobre las aptitudes de Gustavo Torres, añadiendo además que ellos basaban su trabajo en Rubén Luna, funcionario con quien no pueden contar actualmente debido a problemas de salud que está atravesando.
Conclusiones
La noche de este miércoles mostró a un oficialismo golpeado en un flanco que le duele demasiado (la crítica) y sin muchos reflejos de autoconservación. Pese a las promesas de revisión del modelo de gestión rural, los funcionarios no parecían tener una idea muy acabada de qué es lo que les van a proponer a los productores en una futura reunión, ya pautada desde ayer mismo. En ese sentido, el jefe comunal deslizó en varias oportunidades que la SAPEM, formada por el municipio el 2022, podría hacerse cargo del servicio solicitado, y que intentarían solucionar los problemas de aquellos que necesiten “sacar” su cosecha con urgencia, pero no mucho más. El dilema que está en el aire es si “la gestión que sabe escuchar” también sabe actuar.El ambiente espeso que se vivió ayer evidencia que el tema del mantenimiento de caminos rurales llegó a su punto más bajo y la situación del sector es crítica en ese sentido, y que no alcanza con rememorar los buenos comienzos del mandato radical, apelar a una “pesada herencia” que queda cada vez más lejana en el tiempo, o excusarse en la inclemencia del tiempo o la falta de fondos.
Los productores quieren una respuesta inmediata, si, pero además quieren planificación y expertise para proyectar una solución a largo plazo. ¿Está este gobierno a la altura de dársela?
