La Asamblea Permanente Por Los Derechos Humanos de Balcarce (APDH) emitió esta noche un comunicado que lleva la firma de su secretario Juan Fraiz y su presidenta Ana María Pérez. En el mismo se cuestiona el accionar policial en un control donde hubo una fuga, persecución y tiroteo (situación que fue de dominio público), pero denuncian que la versión oficial no es lo que realmente ocurrió. El texto del comunicado es el siguiente:
"En la noche del miércoles 22 de enero el trabajador F.V. eludió con un automóvil Fiat 147 un control policial desarrollado por la DDI de Balcarce.
Dos personas a bordo de un Fiat Siena, aparentemente sin uniforme policial, emprendieron su persecución por las calles de la ciudad. Durante el trayecto habrían efectuado tres disparos con armas de fuego sobre el vehículo perseguido. Las balas habrían impactado sobre el tanque de combustible, sobre la carrocería y sobre una cubierta. El trabajador no resultó aprehendido.
Fuentes policiales habrían informado a varios medios de comunicación locales que el conductor perseguido disparó previamente con un arma a los supuestos policías. No obstante, ese hecho fue desmentido por el joven perseguido. No se conocen pruebas que avalen la existencia de los supuestos disparos del joven. No corresponde eludir un control policial. Su conducta es reprochable. No obstante, entendemos que la comisión de una falta sancionada por el Código respectivo no habilita a efectivos policiales a efectuar disparos con arma de fuego, poniendo en serio riesgo con ello y con la alta velocidad, aunque no sea su voluntad, al conductor y a ocasionales transeúntes o residentes, y a sí mismos.
La coordinación de las distintas fuerzas policiales podría ejecutar un operativo cerrojo que lograse la aprehensión del evasor.
La fuerza desplegada contra el conductor debió haber sido proporcional a su accionar. El empleo de armas de fuego sin un previo uso por parte del perseguido ha constituido un notable abuso con serios riesgos.
Realizar una persecución porque la actitud de un automovilista haya resultado sospechosa es una práctica que puede dar lugar a situaciones violentas, o grandes tragedias.
La vida de un ser humano está muy por encima de la aprehensión de un supuesto contraventor.
La Justicia debe investigar el hecho, las facultades de sus protagonistas, y la aparente manipulación en la comunicación del mismo, que de ser cierta constituiría un muy grave accionar.
La fuerza policial debe abrir el pertinente sumario. Los protocolos para el uso de armas de fuego deben cumplirse a rajatabla. Las autoridades políticas, que sistemáticamente hacen uso de las fuerzas de seguridad en Balcarce, deben evitar que nuevamente se ponga en riesgo una o más vidas. El recuerdo del trágico gatillo fácil sobre Federico Taja, de la masacre de San Miguel del Monte, de la masacre de Pompeya, y de tantos casos semejantes debe motivar la inmediata adopción de decisiones que impidan una nueva tragedia en nuestra ciudad. Entendernos que la sociedad, o parte de ella, no debiera alentar el uso indiscriminado, abusivo y desproporcionado de los recursos que el Estado pone en manos de las fuerzas de seguridad, puesto que ello también puede volverse en su contra.
El Estado no debe generar inseguridad, sino proteger la vida de los seres humanos."