La suma fue aprobada hoy en una sesión virtual del Parlamento electo en 2015, que se autoprorrogó el mandato y que Guaidó defiende como "legítimo", pese a que el chavismo reclamó el control del Legislativo en enero pasado, tras unas elecciones boicoteadas por los principales partidos de oposición y desconocidas por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina.
El acuerdo autoriza "al Presidente Juan Guaidó para que solicite un endeudamiento al Banco Central de Venezuela por un monto de 30.309.040,00 dólares, destinados a pagar el acceso a la Plataforma Covax (18.199.040,00 dólares), y para inversión en la cadena de frío necesaria para el plan de vacunación contra la covid-19 (12.110.000,00 dólares)".
Ordena, además, "realizar todas las gestiones necesarias ante la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos de América para procesar la licencia y la subsecuente liquidación de los fondos para los desembolsos correspondientes", según detalló la agencia AFP.
Washington, en su presión contra el mandatario socialista Nicolás Maduro con sanciones financieras, entregó a Guaidó el control de las cuentas y activos de Venezuela en Estados Unidos.
Con todo, el manejo del banco Central sigue en manos del gobierno de Nicolás Maduro, por lo que no aparece claro cómo se ejecutaría la operación.
"Esta es la mejor oportunidad que tenemos hasta el momento para poder detener el virus", afirmó Guaidó durante la sesión, transmitida por YouTube. "Vamos a hacer todos los esfuerzos para que de forma eficiente y rápida entre esta vacuna", adelantó.
El objetivo es financiar 12 millones de dosis para 6 millones de personas en un plazo de un año.
El gobierno de Maduro, Guaidó y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) mantienen una "mesa técnica" para negociar el acceso al Covax, a través del cual Venezuela tenía reservadas entre 1,4 y 2,4 millones de vacunas de AstraZeneca, que no fueron autorizadas por el gobierno.
Esta mesa "consolidará un plan detallado para la implementación de una estrategia de vacunación", que estará bajo supervisión de la OPS y UNICEF, señaló el acuerdo aprobado.
"En Venezuela ya no hay margen para la improvisación y la politización, por eso es imperativo que las vacunas sean administradas y distribuidas por agencias humanitarias", escribió más tarde Guaidó en Twitter.
El país empezó en febrero su campaña de inoculación con la vacuna rusa Sputnik V, con personal de salud y autoridades como prioridad, y en marzo comenzó a aplicar también la de la farmacéutica china Sinopharm.
Con casi 30 millones de habitantes, Venezuela reportó hasta ayer 148.208 casos de Covid-19 y 1.467 fallecidos, aunque la oposición cuestiona la veracidad de esas cifras.
A su turno, el diputado Miguel Pizarro, designado por Guaidó como comisionado para la Organización de las Naciones Unidas, destacó que las vacunas a través del Covax "son económicas, seguras de alta calidad y certificadas internacionalmente".
"La responsabilidad con millones de venezolanos debe estar por encima del cálculo y la voluntad de todos, debe ser mucho más importante y fuerte que la mezquindad o las ansias de poder", aseveró, según la agencia Ansa.
Para Pizarro, el plan de vacunación “debe ser liderado por esa mesa técnica de todas las representaciones, facilitado por la OPS y la UNICEF, y monitoreado por las ONG de la sociedad civil".
