El Colegio de Martilleros de la provincia de Buenos Aires se mostró a favor de crear un impuesto a la vivienda ociosa, uno de los ítems que se discute para incorporar a una nueva ley de alquileres.
El Colegio de Martilleros de la provincia de Buenos Aires se pronunció a favor de crear un impuesto a la vivienda ociosa, uno de los ítems que contemplan funcionarios del Gobierno, inmobiliarias, desarrolladores urbanos, propietarios e inquilinos para incluir en una nueva ley de alquileres.
El vicepresidente del Colegio de Martilleros bonaerense, José María Sacco, explicó que la creación de un impuesto a la vivienda ociosa, sumado al otorgamiento de beneficios tributarios a propietarios que arrienden sus inmuebles, “permitirá tener una mayor oferta para alquiler y hará que los valores desciendan”.
Así, el Colegio de Martilleros bonaerense que nuclea a más de nueve mil agentes inmobiliarios del distrito, coincidió con algunos de los puntos planteados en el proyecto presentado en las últimas horas por el diputado nacional José Luis Gioja y un conjunto de legisladores del Frente de Todos.
La iniciativa que busca reemplazar la fracasada ley de alquileres sancionada por el Congreso nacional durante la administración de Mauricio Macri contempla, entre otras cosas, menores requisitos para los monotributistas inquilinos, así como beneficios para locadores y topes para los aumentos de los contratos.
Sacco aseguró que desde el sector siempre señalaron que la legislación vigente estaba “destinada al fracaso”, y pidió discutir una nueva norma que “dé certeza al propietario y tranquilidad al inquilino”, en consonancia con diferentes sectores del mercado que opinan en la misma dirección.
El vicepresidente del Colegio de Martilleros bonaerense señaló que “la propuesta desde nuestro sector es derogar los artículos que indican el plazo de locación y la forma de indexación, o sea, volver a los 24 meses de contrato y libre acuerdo en el ajuste semestral”.
“En un país en que no haya inflación, se puede hacer un contrato a largo plazo, pero un contrato a tres años, también, perjudica a los inquilinos”, señaló Sacco y enfatizó en que “es fundamental avanzar en una nueva norma que beneficie tanto a propietarios como a inquilinos”.
