"A nivel mundial está costando mucho recuperar los niveles de donación de sangre prepandémicos; y a nivel nacional en algunos lugares se está logrando y en otros no", indicó a Télam Carlos González, jefe del Servicio de Hematología del Hospital Muñiz.
El hematólogo señaló que en ese centro de salud, por ejemplo, ya se pudo alcanzar los niveles previos a la pandemia: "Esto se consiguió gracias al esfuerzo de todo el Servicio de Hematología y de todo el hospital, y viene como una de las enseñanzas del programa de Plasma de Convaleciente ya que muchos de los que donaron fueron los propios trabajadores del hospital".
Entre los desafíos que tienen hoy los bancos de sangre, González mencionó la necesidad de profundizar el cambio "del modelo de donante de reposición a donante voluntario".
"Éste es un cambio cultural y un trabajo que va a llevar muchos años, que requiere el compromiso de muchos actores sociales, gubernamentales, etc.", sostuvo.
"En segundo lugar -indicó- lo que hemos visto es que las estructuras atomizadas no son eficaces ni eficientes, entonces hay que pasar a modelos con centros regionales que trabajen en escala de eficiencia".
Algunas provincias
En Buenos Aires
Por su parte la directora del Instituto de Hemoterapia de la provincia de Buenos Aires, Laura González, indicó a Télam
que si bien "bajó un poco el stock porque hubo una nueva ola de Covid,
la sociedad esta más concientizada y hay más lugares para poder realizar
las colectas".
En ese contexto, la funcionaria detalló que en territorio bonaerense
"hay clubes, sociedades de fomento, municipios, unidades sanitarias y
centros de atención barriales a donde se puede donar sangre" ya que
desde el organismo "nos vamos abriendo a lugares fuera de los hospitales
y la verdad que está bueno".
González puso de relieve quchos de en la actualidad "hay muonantes
voluntarios" y no ya quienes donan de manera obligada "porque tiene a
algún familiar o amigo internado".
"La sociedad tomó conciencia
de la importancia de donar. Antes se estigmatizaba si una persona
faltaba al trabajo para donar y se lo tildaba de vago, pero ahora todos
saben que es una necesidad el donar sangre", dijo y planteó que "hoy lo
entienden desde los empresarios hasta los políticos".
Santa Fe
En el caso de esta provincia, donde se trabaja con el modelo de
donación voluntaria y habitual, no se observaron dificultades durante la
pandemia, entre otros factores porque "la demanda de sangre disminuyó"
debido al aislamiento social y obligatorio de los primeros meses.
Así lo informó Andrea Acosta, coordinadora del área Hemoterapia del Centro Único de Donación,
Ablación e Implante de Órganos (Cudaio), quien remarcó que el distrito,
durante la pandemia, tuvo "dos colectas semanales para resolver el
abastecimiento de sangre".
"Buscamos tres puntos de la provincia
y tratamos de hacer algo programado. Lo que cambiamos fue la modalidad
de participación: para garantizar las normas de higiene y seguridad,
implementamos un sistema de inscripción y turno online para garantizar
el distanciamiento social", explicó.
Ante una consulta de Télam,
Acosta añadió que en el Cudaio "siempre se trabajó con el mismo nivel
de demanda, lo que cambió el donante de reposición por el donante
voluntario y habitual".
Córdoba
Aquí, en la prepandemia, promediaban cerca de 14.000 las donaciones de
sangre anuales cifras a las que se llegaba con el 20% de donantes
voluntarios y el resto con reposición de personas que donaban para algún
paciente familiar o allegado, manifestó a Télam Luciano Slobodianiuk, jefe de Hemodonación del Banco de Sangre de la provincia.
Durante los primeros meses de pandemia "decayó la donación hasta un
50%", y a partir de ese contexto se implementó un programa de colectas
externas de sangre más riguroso mediante campañas de donación por fuera
de los hospitales, en espacios seguros y con todos los protocolos, y
mucha publicidad.
Con esa estrategia "se fue recuperando el
número de donaciones" y se logró cerrar el 2020 con 12.000 donantes, y
el 2021 con 15.000, por lo tanto "estamos recuperando valores
prepandemia", destacó Slobodianiuk.
La donación en Argentina
Este año, Argentina cumple 20
años de la creación del Plan Nacional de Sangre (Resolución Nº 70/02),
cuyos objetivos abarcaban la regulación, sistematización de la
información y educación.
A partir de su puesta en
funcionamiento, la donación de sangre está organizada por los bancos de
sangre y/o Centros Regionales de Hemoterapia en el marco de los
Programas Provinciales de Hemoterapia de los Ministerios de Salud de
cada jurisdicción.
La donación es un acto sencillo, rápido,
prácticamente indoloro y seguro y puede donar sangre cualquier persona
que tenga entre 16 y 65 años, pese más de 50 kg, se sienta bien de
salud, no esté transitando enfermedades que se transmitan por sangre
(hepatitis, mal de Chagas, etc.); no haya realizado prácticas sexuales
de riesgo en el último año y no se haya realizado durante el último año
tatuajes, perforaciones o escarificaciones cutáneas.
"Hay
numerosos mitos en torno al acto de de donar: que engorda o adelgaza,
que si se tiene tatuajes ya no se puede donar nunca más; que se puede
contraer enfermedades infecciosas; que hay que ir en ayunas, por nombrar
sólo algunos", explicó por su parte Alejandra Vellicce, jefa de la División de Hemoterapia del Hospital de Clínicas.
Y continuó: "Nada de esto es correcto, no tiene incidencia en el peso,
es una práctica segura porque se utiliza todo material descartable; se
puede donar después de los seis meses o el año de tatuarse y hay que
descansar y desayunar bien antes de ir a donar".
Cada 14 de
junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre y este año el lema
elegido por OMS es "Donar sangre es un acto de solidaridad. Súmate al
esfuerzo y salva vidas".