El actual titular del Instituto Nacional de Capacitación Política (INCAP) señaló que el poder económico y el poder mediático retrasan la llegada de una Argentina igualitaria y democrática. Dijo que ellos plantan la agenda, que es la agenda del poder real.
Brienza expresó que la satisfacción de los intereses económicos de esos sectores va en contra de las mayorías, y si se les satisface se genera malestar en los sectores populares.
En referencia a una importante parte de ese sector privilegiado, el escritor señaló: "Quieren liquidar solamente a precios altísimos, y si liquidan, exportan las divisas. No sólo quieren reglas favorables a ellos, sino que cuando las consiguen fugan el dinero afuera. Es un sector muy poderoso y homogéneo que está acostumbrado a presionar muy bien sobre los gobiernos. Lo hicieron con Alfonsín, con el kirchnerismo y con Alberto Fernández".
El funcionario calificó a ese sector como altamente tecnificado. Dijo que su producción está vinculada a una lógica perversa del sistema económico argentino. Señaló que dicho sistema está pensado mas como un modelo agropecuario que como un modelo de consumo interno, que beneficie a la industria y a las mayorías.
"El trabajo es lo que genera la riquezas de las naciones, y no las materias primas por mas tecnificada que esté su extracción", señaló. También consideró que el poder económico hace compartir su ideología a las víctimas del sistema que ellos imponen, a lo que expresó que "hace 150 años vienen consagrando una operación cultural de construcción de nación que dice que la Patria es el campo. Con esa lógica se impone la idea de que la Argentina son ellos". Y agregó: "Por eso fueron muy gráficos a la hora de pensar el slogan de que 'Recuperemos la Argentina', ¿la Argentina de quién?" se preguntó, y se respondió "la Argentina del campo".
Consultado acerca de la utilización que hacen varios sectores de la palabra “libertad”, Brienza sostuvo que tal vez son ellos los propietarios de la palabra “libertad” y de la palabra 'Argentina'. "Ellos son los que construyeron esa forma de pensar la Argentina y esa Argentina misma.. El concepto de libertad fue impuesto por ellos mismos en el siglo XIX. Nos impusieron el concepto de libertad de ellos, su propia libertad, donde la libertad es poder exportar libremente, poder liquidar cuando quieran, poder fugar dinero cuando quieran. Y le sumaron el concepto de 'patria', a la medida de ellos", expresó.
En cuanto a si hay razones para conservar el optimismo en nuestro país, el escritor consideró que "siempre hay razones para conservar el optimismo. Fermín Chaves dijo que hay que poner las cosas en perspectiva histórica. Se trata de una batalla de 500 años atrás y que seguirá 500 años adelante, por lo que no queda otra cosa que seguir".
Brienza afirmó además que un país en el que "los sectores privilegiados desprecian a los mas humildes en vez de solidarizarse con ellos, está condenado a su decadencia no por la miseria de los humildes si no por la miserabilidad de los privilegiados".
Acerca del accionar y futuro de la extrema derecha en la Argentina, el politólogo señaló que está para asustar a los sectores mas moderados. Consideró que las experiencias como Milei generalmente son de mitad de término y están para asustar a los sectores progresistas, para que comprendan que hay cosas peores que la derecha tradicional. Aseveró que no obstante ello, la extrema derecha capta voluntades incluso en los sectores populares, lo que es mas riesgoso.
Finalmente Brienza se refirió al uso que ese sector y otros semejantes hacen de las redes sociales y reflexionó que "las formas de comunicación del bloque hegemónico son muy fuertes". En referencia al Poder Judicial y su pasado en la Argentina, el escritor recordó que el primer presidente de la Corte Suprema, Salvador María del Carril, fue el asesino intelectual de Manuel Dorrego, que era el padrecito de los pobres y el líder de los orilleros, y primer gobernador popular de la Argentina. "El procurador ante dicha Corte, Horacio Rodríguez Larreta, antepasado del Jefe de Gobierno porteño, afirmó inmediatamente luego del golpe de 1930 que un golpe de estado si es para salvar la república, está bien dado", concluyó.
