"Buenas tardes, pueblo brasileño. Mi gratitud hacia ustedes que enfrentaron la violencia política antes, durante y después de la campaña electoral", expresó. Con esa frase, Lula da Silva da su discurso inaugural en el Planalto, tras haber jurado como presidente en el Congreso de la Nación.
“No hay dos Brasil, somos un único país. Un único pueblo. Somos todos brasileños y brasileñas. Es hora de terminar con el discurso de odio”, dijo Lula, en medio de aplausos y gritos de celebración por parte de la multitud que lo acompañó hasta Brasilia.
"Se terminó la pesadilla"
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula de Silva, celebró que “la pesadilla” que significó el gobierno de su antecesor, Jair Bolsonaro, “llegó al fin por el voto popular en las elecciones más importantes” desde el regreso del país a la democracia.“Llegó la hora de bajar el precio de los alimentos, de invertir en salud, educación, ciencia y cultura; llegó la hora de traer inversiones y reindustrializar a Brasil, de romper con el aislamiento internacional. No es hora del resentimiento estéril, sino de volver a sonreir”, expresó el mandatario en el Palacio del Planalto.
"Quiero terminar pidiéndoles a todos y cada uno de ustedes: que la alegría de hoy sea la materia prima de la lucha de mañana y de todos los días venideros. Que la esperanza de hoy fermente el pan que se repartirá entre todos. En la lucha por el bien de Brasil, utilizaremos las armas que más temen nuestros adversarios: la verdad, que prevaleció sobre la mentira; la esperanza, que venció al miedo; y el amor, que derrotó al odio. Viva Brasil. ¡Y viva el pueblo brasileño!", fue el cierre de discurso de Lula.