
La piscina en la que cayó mide tres metros de ancho por siete de largo y se encontraba en el domicilio de la calle Arancibia de Coquimbito.
Desde la vivienda, los papás del bebé llamaron al 911 para que las autoridades se hicieran presentes. Dos ambulancias arribaron al lugar y atendieron al nene en pocos minutos.
Si bien su llegada fue a los pocos minutos y le realizaron maniobras de RCP, nada pudieron hacer. El niño ya no presentaba signos vitales.
Según se supo, el bebé terminó dentro de la pileta cuando sus padres no lo estaban vigilando. Al ver dónde estaba, la desesperación fue total.