Pedro Ramón Fernández Torres admitió que participó del hecho que se había planeado como un robo pero que el homicidio fue cometido por el exmarido de la hija de la víctima.
(TELAM) - El carnicero paraguayo que logró estar cinco años prófugo y comenzó a ser juzgado este lunes como coautor del crimen de un empresario español en 2017 en el barrio porteño de Caballito, donde quedó filmado por las cámaras del edificio cuando bajaba el cadáver por el ascensor envuelto en un cubrecama, confesó hoy su participación en el hecho, pero dijo que se había planificado como un robo y reveló que el ya condenado exyerno de la víctima fue el autor material del asesinato con un cuchillo y que tras el crimen lo amenazó con que iba a matar a sus hijas.
"Yo sé que una vida no va a volver, lamento mucho por las hijas (de la víctima) porque yo tengo hijas. Estoy muy arrepentido por haber estado ahí, porque este hombre me engañó y yo, por querer salir adelante, me equivoqué. Iba a ser un robo", dijo Pedro Ramón Fernández Torres (57), alias "El Carnicero", al declarar por primera vez en la causa ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 que lo juzga por el homicidio de Roberto Fernández Montes (67).
Este es el segundo juicio oral que hay por el caso, ya que en diciembre de 2017 este mismo tribunal, aunque con otros jueces, condenó a la pena máxima de prisión perpetua el exyerno de la víctima, Santiago Corona (41), quien también quedó filmado manipulando el cadáver y que fue la persona a la que Fernández Torres trató hoy de cargarle toda la responsabilidad del homicidio.
La audiencia ante los jueces Cintia Oberlander, Alejandro Nocetti y Juan Manuel Grangeat comenzó a las 9.15 con la lectura del requerimiento de elevación a juicio, donde la fiscalía le atribuye la coautoría de un "homicidio agravado por alevosía" -con pena de prisión perpetua-, al ciudadano paraguayo que logró escapar a su país a tres días del hecho y mantenerse prófugo cinco años con un pedido de captura de Interpol hasta su detención el 8 de febrero de 2022 en la ciudad paraguaya de Concepción.
"Yo sé que una vida no va a volver, lamento mucho por las hijas (de la víctima) porque yo tengo hijas. Estoy muy arrepentido por haber estado ahí, porque este hombre me engañó y yo, por querer salir adelante, me equivoqué. Iba a ser un robo", dijo Pedro Ramón Fernández Torres (57), alias "El Carnicero", al declarar por primera vez en la causa ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 que lo juzga por el homicidio de Roberto Fernández Montes (67).
Este es el segundo juicio oral que hay por el caso, ya que en diciembre de 2017 este mismo tribunal, aunque con otros jueces, condenó a la pena máxima de prisión perpetua el exyerno de la víctima, Santiago Corona (41), quien también quedó filmado manipulando el cadáver y que fue la persona a la que Fernández Torres trató hoy de cargarle toda la responsabilidad del homicidio.
La audiencia ante los jueces Cintia Oberlander, Alejandro Nocetti y Juan Manuel Grangeat comenzó a las 9.15 con la lectura del requerimiento de elevación a juicio, donde la fiscalía le atribuye la coautoría de un "homicidio agravado por alevosía" -con pena de prisión perpetua-, al ciudadano paraguayo que logró escapar a su país a tres días del hecho y mantenerse prófugo cinco años con un pedido de captura de Interpol hasta su detención el 8 de febrero de 2022 en la ciudad paraguaya de Concepción.
La declaración del acusado
Si bien en un principio dudó, luego de un breve intercambio con sus defensores oficiales, Sofía Lanzilotta y Ramiro Dillón, el imputado aceptó declarar por primera vez en la causa y habló durante casi una hora y media delante de los jueces.
Fernández Torres dijo que el móvil de su participación fue económico porque "necesitaba un préstamo" de 50.000 pesos para ponerse su propia carnicería y que por ese motivo un conocido suyo que trabajaba como mecánico - y que fue un primer detenido luego liberado en esta causa-, le presentó a Corona para que le haga de prestamista.
Explicó que en una reunión que tuvo en Once, Corona le regaló 5.000 pesos, le dijo que no hacía préstamos pero que necesitaba su ayuda para hacer "plata fácil" entrando a robar a lo de su suegro donde, según le dijo, "había 200 mil dólares en una caja fuerte, algo que era mentira".
Fernández Torres dijo que el móvil de su participación fue económico porque "necesitaba un préstamo" de 50.000 pesos para ponerse su propia carnicería y que por ese motivo un conocido suyo que trabajaba como mecánico - y que fue un primer detenido luego liberado en esta causa-, le presentó a Corona para que le haga de prestamista.
Explicó que en una reunión que tuvo en Once, Corona le regaló 5.000 pesos, le dijo que no hacía préstamos pero que necesitaba su ayuda para hacer "plata fácil" entrando a robar a lo de su suegro donde, según le dijo, "había 200 mil dólares en una caja fuerte, algo que era mentira".