En una serie de eventos alarmantes que han sacudido a las zonas rurales cercanas a la ciudad, el productor ayacuchense Javier Zabaleta se encuentra una vez más en el centro de la ola delictiva, después de ser víctima de un nuevo caso de faena de cinco de sus animales en su chacra. Este caso se suma a una serie de hechos similares que han afectado a diversas propiedades rurales en los últimos meses, elevando la cifra de faenas a cerca de 20 en una misma zona.
La policía local continúa investigando estos delitos, con el objetivo de identificar a los responsables, pero hasta el momento los resultados han sido escasos. En una conversación con Urgente Ayacucho, Javier Zabaleta expresó su consternación, diciendo: “Lamentablemente, si la semana pasada tenía cinco animales vivos, ahora encontramos los restos de cuatro, y falta uno. No sabemos si lo llevaron entero o si está tirado por ahí, no lo sé”.
Los métodos utilizados por los perpetradores son particularmente inquietantes. Al parecer, los animales son atacados con disparos en la cabeza y luego se les extrae la cabeza y la panza. El resto del cuerpo es abandonado. Se cree que los delincuentes utilizan el cuero de los animales como cobertor, lo que dificulta aún más su rastreo.
Javier Zabaleta expresó su frustración, afirmando que, a pesar de la situación, no ha habido avances significativos en la investigación.
En una región donde la ganadería es una parte fundamental de la economía, estas faenas representan un golpe significativo para los productores locales. Además, la comunidad rural se siente amenazada por la falta de avances en la resolución de estos casos.
La policía local continúa investigando estos delitos, con el objetivo de identificar a los responsables, pero hasta el momento los resultados han sido escasos. En una conversación con Urgente Ayacucho, Javier Zabaleta expresó su consternación, diciendo: “Lamentablemente, si la semana pasada tenía cinco animales vivos, ahora encontramos los restos de cuatro, y falta uno. No sabemos si lo llevaron entero o si está tirado por ahí, no lo sé”.
Los métodos utilizados por los perpetradores son particularmente inquietantes. Al parecer, los animales son atacados con disparos en la cabeza y luego se les extrae la cabeza y la panza. El resto del cuerpo es abandonado. Se cree que los delincuentes utilizan el cuero de los animales como cobertor, lo que dificulta aún más su rastreo.
Javier Zabaleta expresó su frustración, afirmando que, a pesar de la situación, no ha habido avances significativos en la investigación.
En una región donde la ganadería es una parte fundamental de la economía, estas faenas representan un golpe significativo para los productores locales. Además, la comunidad rural se siente amenazada por la falta de avances en la resolución de estos casos.
Fuente: Urgente Ayacucho.