Tras los asesinatos y amenazas a la población civil, tampoco hay estaciones de servicio.
(NA) - La ciudad de Rosario se ha visto sacudida por una ola de violencia perpetrada por bandas delictivas, resultando en la muerte de dos taxistas, un colectivero y un joven empleado de una estación de servicio. Esta escalada de violencia ha llevado al cese de diversas actividades en la ciudad, incluyendo la operación de taxis, colectivos, la recolección de residuos y las clases en las escuelas.
El gremio docente Amsafé ha anunciado un "cese total de actividades" para el lunes en respuesta a lo que describen como "terrorismo urbano" y la creciente violencia criminal. Critican tanto las acciones de las bandas delictivas como la respuesta del gobierno provincial, que consideran provocativa y violenta.
Tras la confirmación de la muerte de un chofer baleado, tanto los colectivos como los taxis han decidido continuar con la paralización de sus servicios, al menos hasta las 6 de la mañana del lunes. Esto se debe en parte al cierre masivo de estaciones de servicio como resultado de la violencia en la ciudad.
El sindicato de peones de taxis y la Unión Tranviarios Automotor (UTA) han comunicado la decisión de suspender sus servicios en solidaridad con las familias afectadas y debido a la falta de garantías de seguridad, especialmente ante el cierre de estaciones de servicio que impide el abastecimiento de combustible.
Por su parte, el sindicato de recolección y barrido también ha anunciado la suspensión del servicio en solidaridad con las familias de las víctimas y debido a amenazas directas recibidas por parte de grupos delictivos.
Ante esta situación, el Estado ha ofrecido una recompensa de 10 millones de pesos por información que ayude a identificar al responsable del asesinato del playero de una estación de servicio, un joven de 25 años de edad, evidenciando la gravedad y la urgencia de la situación en la ciudad de Rosario.