Tras el anuncio de Javier Milei en la Asamblea Legislativa, un operativo fuerte policial impidió a sus trabajadores acercarse a la redacción.
(NA) - El cierre de la agencia de noticias Télam, ordenado por el presidente Javier Milei, ha generado una serie de acciones que están siendo duramente cuestionadas tanto por los trabajadores del medio como por sectores de la sociedad. El vallado de la redacción, la otorgación de licencias a los empleados y la suspensión de la página web marcan un punto de inflexión en la historia de esta agencia de noticias pública.
La decisión, anunciada como una de las promesas de campaña de Milei, ha despertado preocupación y críticas en diversos ámbitos. El vallado de la redacción y la prohibición de ingreso a los trabajadores resulta especialmente controvertido, ya que limita su derecho a trabajar y acceder a sus lugares de trabajo de manera arbitraria.
La suspensión de la página web de Télam también ha generado polémica, ya que representa un cese abrupto de la difusión de noticias por parte de un medio público, privando a la sociedad de una fuente de información importante.
El argumento esgrimido por el presidente Milei, en cuanto a que Télam fue utilizada como una "agencia de propaganda kirchnerista", ha sido objeto de debate. Si bien es cierto que la agencia ha estado sujeta a influencias políticas en el pasado, su cierre no parece ser la solución más adecuada para abordar este problema, ya que limita la libertad de expresión y el derecho a la información.
En este contexto, es importante recordar el episodio ocurrido durante el gobierno de Mauricio Macri, cuando se despidió a cientos de trabajadores de Télam, una medida que fue cuestionada y revertida por la justicia posteriormente.
El cierre de Télam plantea interrogantes sobre el futuro de la libertad de prensa y el acceso a la información en Argentina, y refuerza la necesidad de proteger y fortalecer los medios de comunicación públicos como un pilar fundamental de la democracia.