Thiago Joel Franco, de 14 años de edad, ha experimentado un cambio significativo en su vida durante la última década, transitando de la niñez a la adolescencia en medio de desafíos cada vez más complejos. Desde mediados del año pasado Thiago, el niño que en 2014 viajaba con su familia por ruta 226 y recibió el impacto del vehículo que conducía el ex campeón de Turismo Carretera Eduardo “Lalo” Ramos (alcoholizado según test que se le realizó), depende de una sonda nasogástrica para recibir alimentos, acompañados de una ingesta diaria de 37 píldoras.
El cambio drástico en la rutina de Thiago comenzó hace aproximadamente un año, cuando experimentó una descompensación que requirió su traslado al sanatorio Garrahan en la Capital Federal. Desde entonces, su madre, Rocío Dussek, lo acompaña a tiempo completo, enfrentando mayores complicaciones en su salud.
Rocío describe estos últimos diez años como una "pesadilla", marcados por sentimientos de impotencia, frustración y dolor al presenciar el sufrimiento diario de su hijo. Thiago ha perdido la capacidad de caminar por sus propios medios y su independencia se ha visto limitada desde su última internación en Buenos Aires.
El manejo de la situación se ha vuelto cada vez más difícil, ya que Thiago enfrenta una epilepsia de difícil control. A pesar de haber probado diversas opciones médicas, incluidos estimuladores vagales e implantes, su condición no ha mejorado. Actualmente, Thiago se alimenta exclusivamente a través de una sonda y requiere asistencia constante para sus desplazamientos.
Su mamá expresó su indignación hacia el responsable del accidente, el ex campeón de Turismo Carretera Eduardo “Lalo” Ramos, quien conducía bajo los efectos del alcohol en el momento del choque. Ramos recibió una condena que Rocío considera mínima en comparación con las graves consecuencias que su hijo ha debido enfrentar.
Thiago ha perdido la capacidad de caminar por sus propios medios. |
Además, Rocío criticó la actuación del fiscal Pablo Cistoldi, a quien considera responsable de una condena insuficiente. A pesar de su descontento, reconoce el apoyo incondicional de su hija Oriana, quien ha sido fundamental en todo este proceso, desde el momento del accidente hasta el presente.
Rocío lamenta que la situación de Thiago Joel podría haberse evitado si se hubiera actuado con la diligencia necesaria por parte de las autoridades judiciales. Actualmente, mientras Thiago y su familia enfrentan un futuro incierto, el responsable del accidente continúa libre y en actividad.
Rocío lamenta que la situación de Thiago Joel podría haberse evitado si se hubiera actuado con la diligencia necesaria por parte de las autoridades judiciales. Actualmente, mientras Thiago y su familia enfrentan un futuro incierto, el responsable del accidente continúa libre y en actividad.