Organismos de derechos humanos, organizaciones políticas, sociales, estudiantiles y sindicales, así como ciudadanos comunes, marcharon en un nuevo Día de la Memoria hacia Plaza de Mayo, conmemorando los 48 años del golpe de Estado cívico-militar de 1976, en medio de un Gobierno negacionista y enfrentando provocaciones y un apagón comunicacional.
En un contexto político, económico y social grave, esta marcha fue una de las más masivas que se hayan visto en esta fecha histórica en memoria de los 30 mil desaparecidos.
Aunque los organismos de derechos humanos inicialmente intentaron llevar a cabo una marcha unificada, finalmente decidieron realizar actos separados en horarios acordados, como se hizo en años anteriores. Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y la agrupación H.I.J.O.S de la regional capital eligieron la consigna “30 mil razones para defender la patria. Nunca más miseria planificada”.
Esta convocatoria también fue respaldada por 13 organismos de derechos humanos y las tres centrales obreras, como se anunció en una conferencia de prensa liderada por el secretario General de la CGT, Héctor Daer, y los dirigentes de las dos CTA, Hugo Yasky y Hugo “Cachorro” Godoy, junto a figuras como Estela de Carlotto, Taty Almeida y Adolfo Pérez Esquivel, quienes destacaron la importancia de tener objetivos comunes en defensa de los derechos humanos y la democracia.
Por primera vez en la historia democrática, los medios públicos no cubrieron oficialmente el acto del Día Nacional de la Memoria por la Verdad. La ausencia de la Agencia Nacional de Noticias Télam y la TV Pública en el 24 de marzo fue calificada como un hecho sin precedentes que refleja el negacionismo y la censura del gobierno, generando críticas y preocupación por la libertad de expresión. Además, Radio Nacional informó que no enviaría móviles para cubrir los actos, limitándose a proporcionar información "acotada" a través de boletines informativos.