
Desde el 1 de septiembre de 2024, el distrito de Balcarce experimentó importantes cambios en el sistema de recolección de residuos, a raíz del nuevo contrato firmado con la empresa Ashira S.A.. Este contrato implementa un formato de recolección reducido a solo tres días a la semana, lo que ha derivado en una notable acumulación de basura, especialmente en el centro de la ciudad y en varias calles que anteriormente contaban con un servicio más frecuente.
En las últimas horas, el secretario de Hacienda del Municipio, Francisco Ridao, generó controversia al referirse a ciertos sectores de la comunidad como "vecinos mugrientos". Estas declaraciones, en lugar de ofrecer soluciones al creciente problema de residuos, parecieron desviar la responsabilidad hacia los ciudadanos, culpabilizándolos por la acumulación de basura en las calles.
Ridao también insinuó que algunos vecinos podrían estar actuando con "intencionalidad", aprovechando la situación para manifestar su descontento con la administración municipal.
Ridao también insinuó que algunos vecinos podrían estar actuando con "intencionalidad", aprovechando la situación para manifestar su descontento con la administración municipal.
¿Cómo sigue la situación?
La empresa Ashira, en virtud del contrato de concesión, recibe actualmente unos180 millones de pesos mensuales. Para regresar al esquema anterior de recolección diaria, además de mantener la extensión del servicio a las nuevas cuadras, la Municipalidad necesitaría alrededor de 230 millones mensuales. Según trascendió, la Comuna no estaría en condiciones de afrontar este impacto económico, y la empresa no tiene intenciones de ceder en sus demandas.El Ejecutivo municipal ahora enfrenta el desafío de resolver esta situación, especialmente en el ámbito del Concejo Deliberante. A pesar de que la gestión municipal cuenta con la mayoría de las bancadas oficialistas, incluyendo a las dos de La Libertad Avanza, la oposición mantiene su crítica respecto a las consecuencias del nuevo esquema de recolección, que ha resultado en “mugre por todos lados”.
Esta situación plantea un escenario complicado para que los bloques de Unión Por la Patria y Frente de Todos respalden un eventual nuevo contrato, más aún teniendo en cuenta que una de las alternativas del Gobierno local sería ajustar la tasa de recolección, generando un nuevo impacto negativo en los bolsillos de la comunidad. Aunque el radicalismo y el PRO suelen aprobar automáticamente las solicitudes del Ejecutivo, a menudo sin debate, en los últimos meses ha surgido preocupación por el rechazo de la oposición.
Esto se evidenció durante el tratamiento del Presupuesto, donde el oficialismo criticó la falta de apoyo a la gestión municipal "en estos tiempos difíciles". Sin embargo, en privado (y no tanto), es un secreto a gritos que lo que realmente preocupa es que el Concejo Deliberante sea visto como "una escribanía" del Ejecutivo municipal.