
Luego de más de una semana de angustia e incertidumbre, la familia de Héctor Nazer logró encontrarlo. El vecino balcarceño de 77 años, conocido como "Marimón", se encuentra internado en el Hospital Argerich de la Ciudad de Buenos Aires, luego de haberse descompensado el domingo 16 de marzo en la estación de trenes de Constitución.
Según relataron sus familiares, Nazer había viajado por su cuenta a Buenos Aires con la intención de realizarse unos estudios médicos. El viernes anterior había habido un desencuentro familiar: mientras algunos de sus hermanos viajaban a Balcarce para buscarlo, él decidió ir a Mar del Plata. Más tarde, otro hermano lo acompañó a la terminal para que regresara a Balcarce, pero allí surgió un nuevo inconveniente: el boleto que tenía no correspondía al micro de las 22:30. Al no poder abordar, decidió cambiar de rumbo y dijo: "No importa, yo me voy a Buenos Aires, que me tengo que hacer unos estudios".
Ya en la madrugada del sábado 15, se dirigió a la estación y compró un pasaje de tren hacia la capital. Pasó el día recorriendo la ciudad, como ya había hecho en otras oportunidades. Pero el domingo por la mañana, alrededor de las 8:30, cuando intentaba regresar desde la estación de Constitución, sufrió una descompensación en el andén. Fue asistido por personal del SAME y trasladado al Hospital Argerich, donde quedó internado.
Durante todo ese tiempo, su familia desconocía su paradero. Lo buscaron intensamente por varios días hasta que, finalmente, una empleada de Ferrocarriles logró relacionar la denuncia con el episodio ocurrido en la estación.
“Fue terrible la incomunicación entre la Policía Federal, la Policía de Mar del Plata y la terminal. Afortunadamente, gracias a la denuncia y a la ayuda de la gente de Ferrocarriles, pudimos localizarlo”, expresó una de sus familiares.
Ahora, la familia se encuentra organizando su regreso y asegurándose de que reciba la atención médica necesaria. Héctor, conocido en Balcarce como "Marimón", trabajó toda su vida como diariero, y actualmente reside en un hogar de puertas abiertas, lo que le permite movilizarse libremente.